Los programas de erradicación de asentamientos pueden tomar en los próximos años un giro sustancial, en caso de implementarse una propuesta del sector Batllistas del Partido Colorado para que familias con niños puedan acceder a la vivienda a través de un plan integral que además comprende educación y trabajo.
El prosecretario de asuntos políticos del Partido Colorado y líder de la agrupación Gente Nueva, que integra Batllistas, Juan Martín Jorge, entregó días pasados el plan denominado “Un Techo por Niño” al subsecretario del Ministerio de Vivienda, Tabaré Hackenbruch Legnani, quien se comprometió a avanzar en el estudio de la iniciativa, que fue estudiada y avalada por técnicos en diversas áreas de la colectividad de Fructuoso Rivera.
El documento fue recibido también por el Secretario General del Partido Colorado, el ex presidente Julio María Sanguinetti, y por la mayoría de los posibles precandidatos colorados para las elecciones internas de 2024, dado que el objetivo es que el plan se Incluya en el programa, que se elaborará entre todos los sectores y que a la postre también forme parte de la plataforma de un nuevo “Compromiso por el País”, de la Coalición Multicolor de cara a las elecciones nacionales del año próximo.
Jorge dijo a El Día que el plan está orientado a que aquellas personas que tengan un inmueble disponible puedan alquilárselo al Estado y que éste se lo brinde a familias vulnerables con niños, o bien sea su garantía.
El dirigente explicó que “el Estado alquila a quien libremente ofrezca y cede al beneficiario. Si el beneficiario entra en un plan de trabajo, pasa a pagar todo o parte del alquiler, de forma que el sistema implica tres niveles; beneficio, subsidio y garantía”.
“El objetivo es combatir los asentamientos de una forma más realista. Por eso estamos apuntando al espectro más chico; que sea un plan solo para aquellas familias que tengan niños chicos y precisen un techo digno”, subrayó Jorge, quien aseguró que el proyecto “tiene una filosofía esencialmente batllista”.
Según Jorge, los costos de este plan son inferiores a los de la regularización de asentamientos, que requieren nuevas calles, alumbrado y agua potable, y agregó que pueden financiarse a través del propio sistema político, mediante la renuncia a beneficios y una reforma en el Instituto Nacional de Colonización.
Recordó que en Uruguay existen unas 200.000 personas que habitan en asentamientos, por lo cual “es indignante que, aún cuando el país atravesó ciclos importantes de bonanza, como en los 15 años de gobiernos del Frente Amplio, haya niños viviendo en asentamientos”. En el país, uno de cada cinco niños menores de 6 años, es decir unos 160.000, es pobre.
Jorge destacó que “este plan no es asistencialista, ya que está dirigido a familias que estén dispuestas a integrarse a un plan de desarrollo de base, con educación y trabajo, por lo que significa todo lo contrario al concepto de asistencialismo, es inserción social pura”.
En ese plan de desarrollo de base, entendido este como un desarrollo humano basado en proyectos colectivos elaborados por las propias comunidades o las organizaciones que los representan, “Un Techo por Niño” apunta a ver sus resultados en un plazo de 18 años, que es el período desde que un niño nace hasta que completa el ciclo educativo de secundaria.
Por ello, Jorge remarcó que es necesario integrar al sistema educativo a los niños de entre cero y tres años, que hoy no son cubiertos por la ANEP, además de considerar que “la reforma educativa debe ser permanente, de la mano de los cambios tecnológicos”.
El otro pilar del plan es la inserción laboral de los beneficiarios, para lo que se propone que quienes ingresen en él puedan acceder a empleos “rústicos”, que requieran una formación mínima, en el Estado mediante la reserva de cupos, así como los hay para diversos colectivos, y facilitándoles la inscripción en sorteos mediante la simplificación y accesibilidad de los trámites de anotación.
En cuanto a una de las formas de financiación de “Un Techo por Niño”, se prevé que el Instituto Nacional de Colonización conforme una sociedad en la que tenga el 51% de las acciones y que el 49% se pueda cotizar en la Bolsa de Valores de Montevideo, en cuotapartes en las que puedan invertir pequeños ahorristas con 20.000, 30.000 o 200.000 pesos.
Ese flujo de fondos, irían para revalorizar los campos en manos de Colonización con obras de caminería y otras mejoras, al tiempo que los inversores reciben un beneficio por la valorización de las tierras y las cosechas, así como por el canon que pagan los colonos.
El gobierno de Luis Lacalle Pou inició en noviembre del año pasado las obras del Plan Avanzar, por el cual se erradicarán 120 asentamientos que involucran a 15.845 hogares en Montevideo y el interior del país, con una inversión de USD 240 millones, al tiempo que el Banco de Previsión Social (BPS) anunció días pasados un programa de alquiler de viviendas para jubilados y pensionistas en 10 localidades del interior.