El presidente Luis Lacalle Pou participó hoy en Brasilia en la reunión de mandatarios sudamericanos convocados por el Jefe de Estado brasileño, Luiz Ignácio Lula Da Silva, quien ha insistido en reactivar la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).
El diario El País, había vaticinado que la participación de Lacalle Pou en el encuentro no seria fácil, pues su visión sobre UNASUR se contrapone a la de Lula, que el presidente uruguayo considera influida por componentes ideológicos. Además, la presencia del presidente venezolano Nicolás Maduro, cuyo régimen fue defendido por el mandatario brasileño el día anterior, y a quien Lacalle Pou no invitó a su asunción presidencial debido a su perfil autoritario, era un motivo más de tensión.
A impulso de Lula en su primera presidencia, la creación de UNASUR fue apoyada por los gobiernos de izquierda del continente durante un período de bonanza económica regional debido al alto precio de sus comodities. Sin embargo, en su momento también recibió críticas por implicar una duplicación de esfuerzos con otras instituciones internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA)
Acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores Francisco Bustillo, el primer mandatario uruguayo negoció la declaración hecha pública al finalizar el encuentro que había sido propuesta por la diplomacia brasileña y contenía varios puntos encontrados con un proyecto alternativo elaborado por la cancillería nacional.
Uno de los puntos remarcados por el artículo de El País, es la posición uruguaya que buscaba que los participantes suscribiesen un compromiso con “los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, la Carta Democrática Interamericana, el desarrollo sostenible y la justicia social” en tanto el texto preparado por Itamaratí sugería que el acuerdo garantizase “‘el diálogo y el respeto a la diversidad’ de los ‘pueblos’, la ‘democracia y los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la justicia social, el Estado de derecho y la estabilidad institucional, la defensa de la soberanía y la no interferencia’”.
En los últimos años UNASUR perdió bastante protagonismo debido a la alternancia de gobiernos de izquierda y de derecha y las crisis económicas que sufrieron varios de ellos. Y su resurgimiento –un punto álgido de la reunión– no fue apoyado por el jefe de gobierno uruguayo que en su discurso planteó enfocarse «en las acciones» y evitar «esa tendencia a la creación de organizaciones» «Chega de instituciones» concluyó sobre el punto, utilizando una expresión en portugués.
Lacalle aprovechó su alocución para enfatizar, como lo ha hecho en otros foros internacionales, sus diferencias con el gobierno de Maduro, y criticó la defensa del mismo realizada por su homólogo brasileño cuando dijo que era «una narrativa» lo que sucede en Venezuela. Además hizo un llamamiento a «no tapar el sol con un dedo» para ayudar a una solución y justificó su opinión como parte de la negociación para suscribir la declaración del encuentro que «habla de democracia, habla de Derechos Humanos y habla de proteger las instituciones».