Hunter Biden, el hijo del presidente estadounidense Joe Bien, que parecía haber solucionados sus problemas legales cuando estuvo a punto de lograr un pacto con la Justicia, podría enfrentar un juicio al fracasar las negociaciones que había iniciado. El fiscal David C Weiss que investigaba a Biden por varias causas –entre ellas evasión fiscal, tenencia de armas y negocios en el exterior — había sido criticado duramente por los republicanos, quienes consideraron que había ofrecido un pacto sumamente ventajoso para Biden.
Pero en un giro inesperado, el Fiscal General Merrick B. Garland le confirió a Weiss este viernes la calidad de fiscal especial. En una conferencia de prensa Garland dijo que Weiss determinó que la investigación había llegado a una etapa en la que eran necesarios los poderes de un fiscal especial.
«El nombramiento de Weiss refuerza para el pueblo estadounidense el compromiso del Departamento (de Justicia) con la independencia y la responsabilidad en asuntos particularmente sensibles», dijo Garland. «Confío en que Weiss cumplirá con su tarea de manera imparcial y urgente y de acuerdo con las más altas tradiciones de este departamento».
Weiss, que fue nombrado en su cargo por Donald Trump, planea continuar como fiscal principal en Delaware, pero podría contratar personal adicional no sólo en ese estado sino además en Washington DC, Los Ángeles y en cualquier otra jurisdicción relevante para la investigación.
«La razón principal por la que Weiss pudo haber solicitado el estatus de fiscal especial debe ser para obtener la autoridad para presentar cargos en un distrito distinto de Delaware», especuló Barbara L. McQuade, quien fue fiscal federal en el Distrito Este de Michigan de 2010 a 2017. «Esta orden sugiere que la investigación de Weiss va más allá del alcance de los cargos de impuestos y armas por los que Hunter Biden estaba dispuesto a declararse culpable».