En el año 1933 en nuestro país, el tema del juego de quinielas ilegal era un verdadero problema tanto por la cantidad de personas que se dedicaban a esto como por las importantes cifras que manejaban además de la evasión fiscal que representaba para el Estado.
El 18 de setiembre el Poder Legislativo resolvió que “toda clase de apuesta que se relacione con el juego de lotería” pasaba a la órbita de la Administración de la Salud Pública. O sea que es este Ministerio quien debía regular las apuestas. Para ordenar esto designaron “Agentes Oficiales de Quinielas” quienes debían recibir y responsabilizarse de las apuestas. El Estado tenía responsabilidad subsidiaria como afirma el decreto del 2 de diciembre de 1938 en el artículo 5.
Cada agente actuaba en forma independiente y se generaban intereses contrapuestos. Para resolverlo debían coordinar esfuerzos en lugar de competir entre sí. Entonces los propios Agentes Oficiales crearon su Asociación el 14 de julio del 39. Pero no resolvió la competencia y aún seguía existiendo el juego clandestino. Los Agentes Oficiales se organizaron como Cooperativa para racionalizar la explotación y bancar el juego en forma colectiva en Montevideo en mayo del 43. De este modo dejaban de competir entre sí y se unían en contra de los ilegales.
En 1953 la Lotería pasa a depender del Ministerio de Hacienda y previamente había pasado a Instrucción Pública y Previsión Social.
Estos cambios que seguramente se debieron a razones administrativas nos hacen pensar que también hubo un cambio en el espíritu de problema.
Lo cierto es que los juegos de apuestas son cada vez más populares. El aumento de la cantidad de personas es significativo en nuestro país y en el mundo. Con el acceso a los juegos en línea esto ha aumentado mucho más aún.
Si bien hay quienes juegan por colaborar con los hospitales como es finalidad de la Lotería, otros por diversión o entretenimiento, también existen quienes pueden establecer un vínculo problemático. Estas personas comienzan por alguno de los motivos antes mencionados pero la acción de apostar pasa a cumplir otras funciones en su vida. Muchas veces puede ser un mecanismo evasivo de una realidad angustiante.
La persona evade sus problemas mientras juega. Esta forma de vincularse puede transformarse en un problema muy serio cuando la persona no logra detenerse. Así es que comienza a deteriorarse su calidad de vida y sus relaciones con la familia, con su trabajo, su economía, etc. Puede transformarse en un ludópata sin darse cuenta de cuándo y cómo perdió el control.
Muchas veces se cree que las personas afectadas con esta enfermedad pierden su dinero y es así. Pero lo más importante que pueden perder no es dinero, es su familia, su trabajo, sus amigos y hasta su dignidad.
Con respecto a lo que afecta a las familias, es importante destacar que no sólo se ven perjudicadas económicamente. Las relaciones cambian. Se pierde la confianza, la credibilidad, a veces hasta el respeto.
Estas personas necesitan apoyo para resolver este problema. Suelen engañarse a sí mismos y a los demás pensando y diciendo que “saldrán solos de esto”. El problema es que no se trata de poner voluntad. Es una enfermedad y con voluntad sólo no alcanza.
Las familias por otra parte, no saben qué hacer para ayudar al que padece la enfermedad. Muchas veces les cuesta comprender de qué se trata. Sienten que no tienen nada que ver con el problema.
Estas familias necesitan apoyo también para ser parte de la solución.
El Instituto de Psicodrama Moreno-Bustos viene trabajando con estas familias desde hace años. Muchas veces antes de que el familiar afectado logre pedir ayuda, es la familia la que posibilita este cambio en ellos cuando logran cambiar la manera de vincularse entre sí. Este apoyo terapéutico es fundamental para resolver el problema que es personal del que lo padece, familiar por lo que afecta y también social.
Como sociedad debemos encarar los problemas de la salud mental y no dejarlo depositado en las personas que sufren una determinada enfermedad, es un problema que padecemos todos.
Programa de Prevención y Tratamiento de Juego Patológico de Facultad de Medicina:
0800 8631 Todo el país.
Instituto de Psicodrama Moreno-Bustos:
098634142 (Montevideo y Maldonado).
