Mediodía del sábado
Con pocas esperanzas, el pasado sábado llamé a Javier, mi peluquero uruguayo que lleva más años en España que en su país natal, para tratar de conseguir cita. Hubo suerte. Nadie me corta el pelo como él, ni me informa...
Con pocas esperanzas, el pasado sábado llamé a Javier, mi peluquero uruguayo que lleva más años en España que en su país natal, para tratar de conseguir cita. Hubo suerte. Nadie me corta el pelo como él, ni me informa...