Los 15 de años de gobierno del Frente Amplio fueron nefastos en materia de seguridad. Las cifras de crecimiento de la delincuencia durante ese período son más que elocuentes y dejaron una situación de verdadera emergencia, tal como lo definimos hace cinco años en una actividad desarrollada en la Casa del Partido sobre la materia.
El gobierno de Coalición dijo que era una de sus prioridades y se obtuvieron mejoras incontestables. Basta con citar las cantidades récord de incautación de drogas realizadas en este período. Lo más importante es que se logró frenar ese proceso de crecimiento del delito que amenazaba con convertirnos en una verdadera “selva”.
¿La “guerra” está ganada? No. Queda un largo camino por delante y sin duda muchas cosas por hacer, pero sobre todo la necesidad de tener un enfoque sistémico sobre el tema.
No alcanza con frases hechas como “se acabó el recreo”, “hay orden de no aflojar”, “penas más duras” y un largo etcétera. Las soluciones mágicas como los “allanamientos nocturnos”, el “ejército en la calle”, los “mediadores barriales” son apenas gestos hacia la tribuna pero que nada solucionarán y hasta pueden traer problemas más graves que lo que se pretende corregir.
Y si hay algo que ha quedado claro es que aquellos sectores de la Coalición más identificados con un combate frontal a la delincuencia no han tenido posibilidad de incidir en el gobierno. Pregúntenle a Cabildo o a Zubia si han logrado algo.
Medidas transitorias como pedidos de documentación a vehículos, patrullajes que duran unos días para después desaparecer la presencia policial en las zonas conflictivas, muestran que no hay un rumbo cierto.
Entendemos fundamental un enfoque sistémico, una profunda reestructura del Instituto Policial, la vuelta de la Comisarías en su rol operativo y de referencia para los ciudadanos de bien, la reforma de un sistema carcelario que no sólo no reeduca sino que es un verdadero infierno para las pobres almas que caen en él, son algunas de las medidas imprescindibles.
Ni que hablar de un verdadero Programa de rehabilitación para adictos, de acceso fácil y gratuito, pues no olvidemos que la drogadicción es directamente responsable de la mayoría de los delitos que se cometen.
La lucha contra la delincuencia es un tema que debe de ser central en la nueva agenda de la Coalición, con el compromiso de encararlo seriamente y no como un simple saludo a la bandera. Las fórmulas que se han empleado hasta ahora han dado un resultado muy modesto.
Se precisa ser proactivos pero sobre todo, encarar el tema con un verdadero pensamiento estratégico. En ello nos va el destino de la República.