La mala relación entre el Partido Comunista de Venezuela —aliado de chavismo original—y el presidente Nicolás Maduro se ha profundizado cuando se están por llevar a cabo las primarias presidenciales en el país caribeño.
El deterioro se hizo público en febrero de este año cuando el comunismo venezolano reclamó mejores salarios junto a organizaciones de la oposición y exigió investigaciones independientes a funcionarios del gobierno —entre ellos Maduro— por actos de corrupción.
En mayo el Partido Comunista de Venezuela, volvió a reclamar contra la “campaña anticomunista lanzada por el liderazgo del Partido Socialista Unido de Venezuela” en un comunicado firmado por 30 partidos comunistas del mundo, entre ellos el de México, Belgica, Alemania, Dinamarca, Turquía, Paraguay y Palestina.
El manifiesto “expresa su solidaridad con el pueblo de Venezuela que es víctima tanto de los ataques y sanciones imperialistas así como de las políticas antipopulares que están siendo implementadas”. Partido Comunista Uruguayo no figura entre los firmantes.
El domingo la colectividad política denunció una «nueva maniobra antidemocrática» para intervenirla ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), lo que es utilizado, según los comunistas, como «un instrumento para neutralizar y anular» a actores políticos del país.