Para avanzar en las reformas que el gobierno está fomentando y se encuentran detenidas por la oposición, el presidente chileno Gabriel Boric aceptó la renuncia del ministro de Desarrollo Social de Chile, Giorgio Jackson, un aliado y amigo del presidente
Jackson presentó la renuncia a su cargo ante la presión del derechista Partido Republicano que amenazaba al exministro con un juicio político por el traspaso de fondos públicos a una fundación con la que tenía nexos. la oposición derechista, que mantiene inmovilizadas las iniciativas legislativas del Gobierno.
Su salida supone es un duro golpe político y personal para Boric, ya que con Jackson son amigos desde las protestas estudiantiles que lideraron en 2011 y fueron fundadores del Frente Amplio, la coalición que gobierna el país junto con el Partido Comunista y fuerzas de la centro izquierda.
Jackson dimitió tras una reunión con Boric ayer asumiendo que su presencia en el gabinete era un freno para que la oposición diera tratamiento de las reformas legislativas, y dijo que ya no “existan excusas” a la hora de avanzar en temas como las pasividades y la salud pública en donde se busca disminuir las listas de espera en los hospitales públicos que atienden al 80% de los chilenos.
Los partidos de derecha tradicional había anunciado que apoyaría la acusación al exministro, lo que hacía muy difícil que Jackson consiguiese los votos necesarios para evadir el nuevo ataque del Partido Republicano, lo que además de sacarlo del gabinete lo inhabilitaría para ocupar cargos públicos durante cinco años.