Vladimir Putin ha utilizado a Bielorrusia para lanzar acciones tanto hacia Ucrania como ahora hacia Polonia. En una reciente advertencia, el presidente ruso amenazó a Polonia con considerar un ataque a Bielorrusia como una «agresión» contra Rusia. Esto se debe al despliegue de unidades militares polacas cerca de la frontera con Bielorrusia debido a la presencia de mercenarios del Grupo Wagner, un grupo ruso.
Putin acusó a Polonia y Lituania de tener la intención de formar una agrupación de fuerzas regulares para «ocupar» el oeste de Ucrania. Según el líder ruso, los líderes polacos buscan interferir directamente en el conflicto en Ucrania con el objetivo de recuperar lo que consideran «territorios históricos» en el oeste del país.
En medio de estas tensiones, Rusia ha llevado a cabo ejercicios militares en el Mar Negro, generando preocupación en la ONU debido a la agravación de las tensiones. Rusia disparó misiles de crucero en la zona de entrenamiento al combate del Mar Negro y advirtió que consideraría posibles objetivos militares a los barcos de carga con destino a Ucrania.
Las tensiones también han afectado la exportación de cereales desde los puertos ucranianos del Mar Negro, con Rusia poniendo fin al acuerdo que facilitaba esta exportación. Ucrania ha acusado a Rusia de bombardear específicamente sus silos de grano para impedir la reanudación de las exportaciones.
Mientras tanto Ucrania reforzó la protección de su frontera con Bielorrusia ante la llegada del grupo Wagner cuyo contingente se estima en dos mil personas. El presidente Volodímir Zelenski, afirmó que “mantiene bajo un estrecho control las actividades de los mercenarios en Bielorrusia”.