En un primer tiempo donde la hegemonía celeste fue notoria, con varias llegadas que terminaron en tiros de esquina, Uruguay no encontró el gol.
Italia hizo poco y pretendió plantear un esquema de contragolpe que no le dio resultado, por lo que irse al vestuario con un empate fue un premio para la squadra azzurra (hoy de blanco)
Llamó la atención la pasividad del arbitro ante las reiteradas faltas a Luciano Rodriguez, que recibió varias infracciones en los últimos minutos de la primera mitad.
Uruguay se mostró solido y bien armado.