El viernes pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de Lorie Smith, una diseñadora web con sede en Colorado que afirmó que no quería tener que hacer sitios web para parejas homosexuales.
Ella y sus abogados citaron una solicitud de alguien llamado «Stewart» a lo largo de los muchos años de litigio, pero en realidad, Stewart no pretendía que se le diseñase una página web. En declaraciones a Associated Press, Stewart dijo que nunca presentó tal solicitud y que ignoraba que su nombre había sido incluido en la demanda hasta que esta semana fue contactado por un periodista. «Me sorprendió increíblemente dado el hecho de que he estado felizmente casado con una mujer durante los últimos 15 años”
El caso había generado controversia sobre la libertad religiosa y los derechos de las parejas del mismo sexo. Smith, basándose en sus creencias religiosas, argumentó que diseñar un sitio web para una pareja homosexual iba en contra de sus convicciones y a Corte Suprema, en una votación dividida, falló a su favor.
Sin embargo, la revelación de que Stewart no haya solicitado un diseño web para su boda ha levantado dudas sobre la veracidad de los argumentos presentados por Smith y sus abogados que algunos críticos ven como un intento de manipulación.
Mientras tanto, los defensores de los derechos LGBTQ+ expresan su preocupación de que este fallo pueda sentar un precedente que permita a los proveedores de servicios discriminar a las parejas del mismo sexo.