En una nueva iniciativa de apoyo a Ucrania, Estados Unidos anunció este jueves sanciones contra más de 150 empresas y personas que negocian con Rusia. Desde el Departamento de Estado se recalcó que la medida tiene como finalidad «restringir la capacidad de producción de defensa de Rusia y reducir la liquidez que tiene para pagar su guerra».
Entre los sancionados se encuentran empresas turcas, finlandesas y rusas que colaboran con Rusia para obtener componentes electrónicos estadounidenses y europeos. Asimismo, una empresa de los Emiratos Árabes Unidos que brinda apoyo logístico al proyecto ruso de gas natural licuado del fue objeto de sanciones.
Como muestra de la eficacia de las sanciones O’Brien afirmó que antes de la guerra en Ucrania, el 90% de los componentes electrónicos de Rusia provenía de los países del G7, mientras que ahora sólo un 30% tiene origen en esos países. El Grupo de los 7 está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
No obstante las sanciones, los analistas afirman que Rusia tiene reservas financieras suficientes para enfrentar el conflicto, pero coinciden que cualquier obstáculo al intercambio comercial con Rusia tiene como consecuencia «poner un límite a la capacidad de producción en tiempos de guerra».
O´Brien indicó que las medidas buscan impactar la capacidad rusa para mantener la guerra «Rusia está tratando de mantener una economía de guerra en plena producción, y es extremadamente difícil hacerlo con compras secretas y restringidas a pequeños lotes de equipos de diferentes lugares alrededor del mundo».