En medio de una ola de calor e incendios que los científicos aducen al efecto invernadero provocado por el uso de combustibles fósiles, el Reino Unido anunció ayer planes para permitir nuevas expansiones de perforación de petróleo y gas en el Mar del Norte. Los activistas medioambientales protestaron de inmediato pero el primer ministro Rishi Sunak justificó las perforaciones como un mal necesario para fortalecer la independencia de Gran Bretaña.
«Incluso cuando alcancemos el balance neto cero en 2050, una cuarta parte de nuestras necesidades energéticas provendrá de petróleo y gas. Pero hay quienes prefieren que provenga de estados hostiles en lugar de tener suministros aquí en nuestro país», dijo el primer ministro en un comunicado. La expansión de la perforación, que podría aprobar «cientos» de nuevos proyectos, se realizó conjuntamente con el anuncio de dos nuevas instalaciones de captura de carbono — una forma de reducir la polución de carbono evitando que llegue a la atmósfera– que también se construirán en el Mar del Norte.
Además de la producción de más combustibles fósiles, la perforación de petróleo en alta mar también tiene impactos ambientales locales como destruir lechos marinos y ecosistemas cercanos.