Los uruguayos sacaron sus ojos de la crisis hídrica para ponerlos en la tierra. Ayer en la madrugada, a 12 kilómetros de la costa canaria, se registró un movimiento sísmico de 5.2 en la escala de Richter, el más grande de los ocurridos en la historia del país. El terremoto tuvo un fuerte impacto en Atlántida, pero según testimonios llegó a sentirse también en Tacuarembó.
Según la escala Richter un terremoto de magnitud 5 es «moderado» y sus consecuencias son «daños menores» o «daños ligeros en construcciones» y en general dentro de esta escala el fenómeno es percibido por casi todos. En el día de ayer quienes lo sintieron lo confundieron con truenos o pensaron que podía tratarse de una explosión cercana.
Si bien es generalizada la creencia de que en nuestro país no hay movimientos sísmicos, la estructura geológica sobre la que vivimos puede generar movimientos como el que se produjo ayer. La directora del Instituto de Ciencias Geológicas, Leda Sánchez, explicó durante una conferencia de prensa que,“Nuestra región es intercontinental, es una corteza antigua, retrabajada en períodos antiguos. Pero, como la placa se mueve, se generan tensiones en algunos lugares y, con el tiempo, se rompen y se produce un terremoto”.
La escala Ritcher es una medida física que mide la energía liberada por el terremoto desde el punto de las superficie donde se origina, independientemente de la intensidad con que se haya percibido desde un lugar dado.