Ante la ausencia de interesados en la licitación para atraer un socio a la producción y comercialización del portland, el directorio de ANCAP analiza nuevas estrategias. «Es un día triste» manifestó este martes el presidente del directorio de la empresa estatal, Alejandro Stipanicic, tras la apertura de los sobres de la oferta. El jerarca, que no escondió su preocupación por el destino del giro estatal del portland, dijo que de acuerdo al interés del mercado el valor del negocio «es menos de cero».
De acuerdo a las estimaciones de ANCAP, en las últimas dos décadas el valor acumulado de las pérdidas a valores actuales llega a 800 millones de dólares, a la que se suman 25 millones más para el presente año. El directorio del ente buscó un remedio a la situación mediante una asociación que le permita competir en el mercado. Sin embargo, desde el sindicato de la empresa (FANCAP) se sostiene que es el estado quien tiene que invertir para mejorar el negocio.
De acuerdo al Secretario de la Presidencia Alvaro Delgado la diferencia de criterios entre la dirección del ente y FANCAP, expresada en una alta conflictividad, es la causa del desinterés empresarial en asociarse al estado «la actitud que ha tenido particularmente el sindicato de Ancap en los últimos tiempos de combate permanente, de palo en rueda permanente, temporalmente al menos desestimuló a algunos de los inversores vinculado a la posibilidad de la asociación”, aseguró.
La dirección del ente anunció las acciones futuras en vistas al fracaso del plan de asociación y las pérdidas crónicas que ANCAP tiene que absorber anualmente. En ese sentido, tras la licitación desierta se planteará una “profunda reestructuración” del negocio, en la que no se descarta la liquidación del negocio que, según Stipanicic «siempre está sobrevolando».
No obstante, ayer se presentaron nuevas opciones para solucionar el problema, que incluyen la capitalizaciones de la empresa que comercializa y distribuye el portland — Cementos del Plata–, la posible de contratación directa de socios entre las empresas que mostraron algún interés en el negocio en el marco de la licitación, y bajar costos mediante cambios en la gestión e incentivos al retiro o reubicación de funcionarios.