A pesar de las diferencias del presidente estadounidense Joe Biden con su par israelí, el primer ministro Benjamín Netanyahu acaba de ser invitado a una reunión en Estados Unidos por primera vez desde que volvió al cargo en diciembre, aliviando meses de tensiones sobre la dirección del gobierno de Israel. La invitación fue hecha el lunes por la noche, antes de la visita a Washington del presidente israelí Isaac Herzog que había sido vista como un desaire a Netanyahu.
La invitación cambia la decisión del presidente americano de no entrevistarse con Netanyahu en el futuro inmediato, pero funcionarios de la Casa Blanca afirmaron que una posible reunión no debe interpretarse como el fin de las objeciones de Biden a algunas de las posiciones intransigentes del líder israelí.
Biden había criticado los recortes a la Justicia israelí propuestos por Netanyahu y describió a la coalición de Netanyahu como «una de las más extremistas» desde la década de 1970. También se opuso a los planes del primer ministro de expandir los asentamientos judíos en Cisjordania ocupada y autorizar retroactivamente asentamientos construidos en el territorio sin aprobación del gobierno.
«Esas preocupaciones siguen siendo válidas», dijo el vocero del Consejo Nacional de Seguridad John F. Kirby a los reporteros de La Casa Blanca.
La Casa Blanca no justificó la invitación a pesar de no haber concesiones aparentes por parte de Netanyahu, lo que puede interpretarse como el deseo de por restaurar la normalidad en la alianza más crítica de Estados Unidos en Medio Oriente.