Tratando de alejarse del gobierno y del kirchnerismo desde el segundo debate presidencial del del 8 de octubre, Sergio Massa cerró su campaña electoral en Avellaneda, junto a Axel Kicillof, que busca reelegirse en la gobernación de Buenos Aires, pero lejos del presidente argentino Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Es que la estrategia de implantar la idea de que la suya será una administración distinta –como lo hizo en el debate y en su visita al programa de Mirtha Legrand una semana después– y la propuesta de un gobierno de unidad le está dando rédito político a Massa. Los gobernadores radicales ya le han hecho guiños y la mayoría de las encuestas lo incluyen en el balotaje.
«Hay un montón de ministros» del actual gobierno que «no serán ministros» si es electo presidente, dijo el e candidato peronista que, al mismo tiempo, es el encargado de las finanzas argentinas en medio de una de las crisis económicas más profundas que ha sufrido el país en lo que va del siglo. Y enfatizó que su gobierno «desde el 10 de diciembre» planteará un «gobierno de unidad nacional convocando radicales socialistas, del PRO, y además, sectores del trabajo y el mundo empresario»:. La propuesta es clara, si llega al poder todos –menos Milei– tendrán espacio.
En un discurso a medida de la audiencia –en Avellaneda el peronismo es mayoría– el ministro de economía, sin embargo, volvió a insistir con la unidad y parafraseando a Juan Domingo Perón cerró el acto al grito de “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”.
Por su parte el candidato señalado por la casi unanimidad de las encuestas como el vencedor del próximo domingo, el libertario Javier MIlei, insiste en que ganará en la primera vuelta — que en Argentina no es la mayoría, sino que basta con obtener el 40% de los votos y una diferencia de 10% con el segundo en los comicios– . No obstante, no es eso lo que predicen las mediciones de opinión, que ubican a Massa a una distancia no mayor del 9%.
Quien parece fuera de la contienda es Patricia Bullrich –para las encuestas al menos–. Y eso habría prendido en la gente: su campaña ha sido calificada como «errática» para algunos analistas.
No obstante, no se descarta un «cisne negro» este domingo. Para el Secretario de Redacción de Clarín, Eduardo van der Kooy, una posibilidad, entre tantas, sería que «¿Bullrich desplace al ministro-candidato (Massa) y se meta en el balotaje?. Para ello, según el periodista, «la candidata viene jugando casi todo. Anunció a Horacio Rodríguez Larreta, su rival interno, como jefe de Gabinete en caso de triunfar. Sumó a Fernan Quirós para Salud, el dirigente de mejor comportamiento público en pandemia. Hizo un masivo acto en la Ciudad donde colocó a su lado a Jorge Macri, postulante a Jefe de la Ciudad»
Mientras tanto, los electores argentinos sueñan con un nuevo empezar a partir del domingo,