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Más que un grito, una mirada reflexiva; ¡Viva Batlle!
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Consignamos días atrás la inauguración del Centro de Estudios Paso Morlan, un centro para el  estudio del batllismo, cuyo objetivo es, según sus fundadores “la actualización de la doctrina a partir del debate complementario con otras fuentes del pensamiento político en Uruguay”. Tal y como el propio Batlle y Ordóñez lo hizo a la hora de definir su pensamiento y acción”.

Para EL DIA, un medio independiente de cualquier estructura partidaria, pero que encuentra su inspiración en los ideales de Batlle y Ordoñez, la noticia fue, a la vez que halagüeña, causa de verdadera satisfacción.

A ningún uruguayo se le oculta que la construcción del batllismo fue un proceso dinámico donde la identificación de las demandas populares y las respuestas a las mismas definió un modelo que, a casi un siglo de la desaparición física de su fundador, no ha perdido ni su vigencia, ni la necesidad de adecuación a un mundo distinto, donde las necesidades insatisfechas reclaman nuevos desarrollos.

Las ventajas con que cuentan los responsables de Paso Morlan son, a nuestro juicio, innegables: como hemos pregonado cada vez que nos ha tocado ocuparnos del batllismo y de su significado actual, Uruguay cuenta en su haber, como un bien que define su propio perfil, con lo que Renán Rodriguez definía como la “batllidad”, una relación entre ciudadanía y Estado definida por el progreso de aquella bajo el amparo de éste.

Ese bien, esa impronta batllista, ha permeado de tal manera, que en estos días, por ejemplo, casi no sorprende que el presidente Luis Lacalle Pou, haga referencia a un Estado —nosotros diríamos benefactor, él posiblemente entienda como responsable— que ayude a que los ciudadanos sean verdaderamente libres a través la equiparación de oportunidades.

Esto, reiteramos, es una ventaja a partir de la cual el nuevo Centro de Estudios puede continuar con la puesta al día de la doctrina batllista. Sin embargo, en la otra mano, el batllismo parece sufrir una suerte de retroceso en tanto hoy se cuestiona si el Partido Colorado, dentro del cual nació, y se ejecutaron sus acciones, continúa albergándolo, cultivándolo y —más importante aún— promoviendo la concreción de sus designios.

Nosotros no creemos que el Partido Colorado transite por el camino que se le cuestiona. Al contrario, bien que se analicen muchas de las propuestas programáticas que vieron la luz durante las elecciones internas del mes pasado, se encontrarán en ellas una raíz humanista que no niega de donde vienen. Sin embargo, no dejamos de reconocer que otras colectividades han avanzado por caminos y con objetivos otrora exclusivos del batllismo original.

Tal vez esto venga a confirmar la “batllidad” a que referíamos, aunque no entremos a analizar  si basta sólo con adelantar y desarrollar ideas batllistas para cumplir a cabalidad los postulados republicanos de Batlle y Ordóñez.

Como sea, un conjunto de gente va a dedicar su tiempo y esfuerzo, desde el Centro Paso Morlan, a una tarea seguramente no solo fecunda sino necesaria en los tiempos que corren de dialéctica vacía y binaria. 

A partir de hoy en EL DIA estamos más que complacidos de ser vehículo para que esa tarea fecunda y necesaria tenga más difusión. De aquí en más ¡Viva Batlle!, un suplemento concebido y redactado por el Centro Paso Morlan, llegará a nuestros lectores. 

 

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