En Maryland, un Estado parte de Estados Unidos con casi el doble de habitantes de Uruguay (6.1 millones) las 100 tiendas de venta recreativa de marihuana autorizadas — antes eran exclusivamente médicas–generaron casi 21 millones de dólares en ventas en su primera semana de operación, según la Administración de Cannabis del estado.
La cifra, que incluye más de 10 millones de dólares en ventas solo durante el primer fin de semana de julio –consierado por muchos como el inicio de hecho de la temporada estival– es un testimonio del interés en el nuevo mercado recreativo del estado.
Sin embargo en el condado de Prince George algunos funcionarios electos quieren imponer restricciones a las nuevas tiendas que verían limitadas sus zonas de instalación, circunscriptas a áreas industriales y a una distancia mayor a 750 metros de guarderías y escuelas. La propuesta se asemeja a uno similar que regula las tiendas de tabaco, y no afectaría a las tiendas ya establecidas.
Los críticos de la nueva iniciativa dicen que la misma violaría la ley estatal de Maryland porque los gobiernos locales no tienen derecho a establecer cargas no autorizadas de zonificación a las tiendas cannabicas.
Parte del dinero recaudado a través del impuesto del 9% sobre las ventas recreativas se destinará a un programa de subvenciones para apoyar casas de venta minoristas en comunidades marginadas, así como a una oficina de equidad social, como parte de los esfuerzos del estado para corregir injusticias pasadas.
En Maryland, según datos de 2020, los residentes negros representaron el 59% de los arrestos por posesión de marihuana, de acuerdo al registro de delitos estatales y en ese mismo año, solo el 10% de los propietarios de negocios de marihuana medicinal eran personas de color, informó el Servicio de Noticias Capital de la Universidad de Maryland, College Park.