Dopo la tempesta. . .che?
Los mercenarios liderados por el jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin se retiraron de Moscú tras un acuerdo de paz pactado el sábado entre Prigozhin y el presidente Vladimir Putin, en que medió el presidente bielorruso Alexander Lukashenko.
El intento revolucionario contra el régimen autoritario de Putin comenzó cuando Prigozhin acusó al ejército ruso de atacar un campamento de Wagner y asesinar a varios de sus hombres, tras lo cual decidió avanzar y tomar Rostov-on-Don, un centro militar ruso en el sur de la nación, y luego dirigirse hacia Moscú, llegando a 200 km de la capital rusa.
El primer mandatario ruso declaró la “traición» de las tropas de Wagner y que las mismas serían castigadas por el Kremlin. Sin embargo rápidamente se llegó a un acuerdo que pone en dudas la fortaleza de Putín.
El acuerdo propuesto por Lukashenko contemplaría que Prigozhin se exiliará en Bielorrusia, y cederá el control del Grupo Wagner cuyas tropas que no respaldaron la revuelta podrán recibir contratos con el ejército ruso. No ha quedado claro quién tomaría el control del grupo mercenario.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se mostró con dudas luego del anuncio del acuerdo. «Esto plantea preguntas profundas… Sabemos que Putin tiene mucho más que responder en las semanas y meses venideros», dijo y agregó «Creo que estamos en medio de una película en movimiento. No hemos visto el último acto”.
Un massazo
El desenlace de la interna peronista fue claro. Tras un día del anuncio de las candidaturas de Daniel Scioli y Eduardo “Wado” de Pedro, la coalición justicialista anunció el sábado que “Unión por la Patria tiene lista de unidad” en la que el candidato es el ministro de economía Sergio Massa, quien estará acompañado por Agustín Rossi.
El justicialismo destacó que se llegó a esa decisión “por responsabilidad institucional, política y social” y despidió cordialmente a Scioli y Wado. «Reconocemos a los compañeros Eduardo «Wado» de Pedro y Daniel Scioli, que apostaron a la unidad del peronismo anteponiendo lo colectivo por sobre lo individual”.
Lo que no queda claro, sin embargo, es quién ganó y quien perdió al interior del peronismo.
Para algunos analistas el triunfo de Massa supone una nueva realidad en que el Kirchnerismo perdió su hegemonía. Sin embargo, la lista de unidad era perseguida —aunque con otros candidatos— por Cristina Fernandez de Kirchner. Por otra parte, el perfil de Massa está distante del modelo económico “izquierdista” sostenido por Nestor y Cristina Kirchner en sus gobiernos.
Mientras tanto, lo que en un momento fue visto como una victoria del presidente Alberto Fernández, que por 24 horas tuvo a su candidato Scioli compitiendo en las internas, parece haber sido apenas un sueño fugaz.
Pero no faltan quienes especulan que la definición por Massa —un ministro de economía con súper poderes que sin embargo no logra detener una inflación del 114%,— no sea el gambito de Cristina para resurgir como ave Fenix luego de la inmolación electoral del candidato único.
Massa, ciertamente, arranca con varios factores en contra: baja popularidad, una clase media que no llega a fin de mes y el fenómeno Milei que, por ahora, ha dejado el mapa de preferencias políticas dividido en tres: la Union por el Cambio, Milei y el justicialismo, cuyo pase a la segunda vuelta está en duda.
Como se comporten electoralmente los extremos radicalizados en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) dentro y fuera del peronismo puede dar la pauta de quien recibió el mazazo.
Calor de dragón
El norte de China parece abrasado por un dragón. La semana pasada las temperaturas de verano llevaron a las autoridades a solicitar que la población permanezca en su casa en tanto el servicio metereológico en Beijing registró tres días consecutivos con temperaturas de más de 40 grados. El jueves pasado fue el día más calurosos del siglo, solo 0.8 grados más bajo que en julio de 1999.
El mormaso se da justo durante el Festival de Botes del Dragón, donde los sufridos remeros compitieron en botes de madera enfundados en cabezas de dragón.