Las lluvias provocadas por el tifón Doksuri en China mataron hasta ahora 44 personas y desplazaron a más de un millón. Además, ocasionaron inundaciones en el noreste del país, una de las zonas de mayor producción alimenticia, generando la preocupación de las autoridades por los cultivos.
Las provincias de Heilongjiang, Jilin y Liaoning, conocidas como el granero de China, producen alrededor del 20% de los granos del país y se han visto afectadas por el fenómeno climático. Ahora se teme por la suerte de cultivos clave como la soja, el maíz y el arroz que se producen en el área. En Heilongjiang, las autoridades informaron que 25 ríos superan ya los niveles de advertencia y podrían desbordarse, lo que implica la inundación de tierras fértiles, invernaderos e infraestructuras. En Harbin, la capital de la provincia, 90,000 hectáreas de cultivos ya fueron dañadas por las inundaciones, y 162,000 personas fueron evacuadas ante la catástrofe.
Las inundaciones se agregan a otros desastres climáticos que afectaron a China este año. En mayo, antes, de la cosecha, las inundaciones destruyeron grandes extensiones de tierra en la provincia de Henan, que produce aproximadamente un tercio del trigo del país.
En la última década las inundaciones por lluvias fueron las responsables de los mayores daños a las reservas de trigo de China en la última década, reduciendo las exportaciones de trigo por primera vez en en siete años. Las olas de calor que siguieron a las lluvias en el norte de China también dañaron los recién sembrados cultivos de maíz y soja.
El año pasado el granero de China ya había sufrido mermas por las olas de calor récord que causaron disrupciones en la industria y la agricultura en todo el país. Desde entonces, Beijing fortaleció su enfoque en la seguridad alimentaria.
Debido a las condiciones de los cultivos, entre otras razones, China levantó a partir del 5 de agosto las restricciones comerciales a los granos australianos, lo que le permite contar con nuevos proveedores de granos luego que Rusia suspendiese el acuerdo que permitía el transito de granos por el Mar Negro.
En marzo, el líder chino Xi Jinping conectó a la agricultura con la seguridad nacional. «Una vez que algo falla en la agricultura, nuestras fuentes de alimentos estarán en manos de otros y dependeremos de otros para nuestra comida. ¿Cómo podemos lograr la modernización en ese caso?», dijo en un artículo publicado en marzo por Qiushi, la revista del Partido Comunista