Luego de declararse candidato independiente a la presidencia de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr. ha tomado más notoriedad que varios republicanos que disputan las elecciones internas al ex presidente Donald Trump. Robert Kennedy, Jr anunció su postulación como independiente el lunes 9 de octubre, luego de haberse presentado a las internas presidenciales demócratas.
La incursión en las elecciones como independiente no ha favorecido ni al candidato demócrata Joe Biden, que va por su reelección, ni a Trump. «Los demócratas están temerosos por que le voy a arruinar la elección al presidente Biden» dijo Kennedy, y agregó «Los republicanos están temerosos por que voy a arruinársela al presidente Trump. La verdad es que los dos tienen razón», aseguró el hijo de Robert y sobrino de John F.
Robert, Jr un prestigioso abogado medioambientalista pero, al mismo tiempo decidido activista antivacunas, dijo a sus seguidores que estaba «declarando su independencia» de una larga lista de instituciones: Wall Street, las grandes tecnológicas, las grandes farmacéuticas, el complejo militar-industrial, los medios mercenarios, las élites cínicas, demócratas, republicanos y «todo el sistema manipulado».
Las campañas de Trump y de Biden tienen la esperanza de que Kennedy perjudique a uno u otro partido y se constituya en un obstáculo para su contrincante en la carrera a La Casa Blanca, que ya está bastante ajustada.
En una encuesta reciente, Biden obtuvo el 49% de los preferencias en contra de 46% de Trump. Pero una vez que Kennedy presentó su nominación como independiente, las distancias entre uno y otro se ampliaron: Biden obtuvo el 44%, Trump el 37% y Kennedy tuvo un sorpresivo 16%.
Sin embargo, Kennedy enfrenta una serie de desafíos legales y económicos para comparecer con opción en los 50 estados, entre ellos miles de firmas que habiliten su postulación en cada estado.
Theresa Amato, directora de la campaña del ecologista Ralph Nader que se presentó como independiente en los comicios de 2000 y 2004 dijo que «Fue un período increíblemente difícil en 2004 porque hubo una campaña a gran escala para mantenernos fuera de las papeletas por parte del Partido Demócrata y sus afiliados» y agregó que «cada dos semanas, terminábamos con una nueva citación impugnando la candidatura en uno u otro estado»