OceanGate, la empresa que operaba el sumergible expedicionario Titán en el que perecieron cinco personas — entre ellas su director ejecutivo, Stockton Rush– anunció la suspensión de todas sus operaciones de exploración y comerciales. Hasta ahora la compañía había realizado más de 14 expediciones y más de 200 inmersiones que ofrecía a precios astronómicos: los pasajeros de Titán habían pagado 250 mil dólares por billete para bajar hasta el Titanic.
La empresa será sometida a una Junta de Investigación Marítima que llevará a cabo una «análisis y pruebas adicionales» de los restos encontradas en el fondo del océano, en las inmediaciones del Titanic. La Real Policía Montada de Canadá informó el mes pasado que está «examinando las circunstancias» de la implosión y lanzarán una investigación completa si los hallazgos «indican que se podrían haber violado leyes criminales, federales o provinciales».
Rush defendió la decisión de fabricar el submarino Titan con fibra de carbono en lugar de titanio, a pesar de las preocupaciones y advertencias sobre la integridad estructural y el diseño del vehículo. «Todavía queda mucho trabajo por hacer para comprender los factores que condujeron a la pérdida catastrófica del TITAN y ayudar a garantizar que no vuelva a ocurrir una tragedia similar», dijo en un comunicado el Capitán Jason Neubauer, que preside la Junta de Investigación Marítima.