La justicia imputó al presidente del sindicato de OSE (FFOSE) Federico Kreimerman, quien activó una bomba de humo en la sede de la empresa estatal del agua el 13 de junio para evitar que el directorio llevase a cabo el procedimiento de licitación del proyecto de Neptuno.
De acuerdo a lo informado el 24 de agosto, la imputación fue por el delito de atentado del artículo 171 de Código Penal, en este caso especialmente agravado por la calidad de líder sindical de Kreimerman.
Kreimerman había admitido a la prensa los hechos ocurridos en junio y justificado la acción realizada para impedir que las autoridades de OSE abrieran los sobres de la licitación de la represa de Arazatí lo que confirmó en su declaración ante la fiscalía.
La imputación fue solicitada por la fiscal Gabriela Fossati quien recientemente dejó su puesto en el ministerio público. Fossatti manifestó que llegó al «convencimiento» de que existió violencia de parte de un grupo liderado por el presidente del sindicato FFOSE «con la intención de entorpecer un acto de servicio del directorio de OSE».
El abogado defensor de Kreimerman, Juan Fagúndez, se había manifestado en contra de la formalización por entender que su patrocinado no incurrió en una conducta delictiva y quitó trascendencia a las consecuencias del accionar sindical «se tiraron unas bombas brasileñas y se prendió en el descanso de una escalera una bomba de humo que no afectó a nadie». Para Fagúndez la denuncia ataca al movimiento sindical, criterio que fue compartido por el PIT-CNT.