La Fuerzas de Defensa Israelí asumen «responsabilidad por todo lo que pasó» dijo el contralmirante Daniel Hagari, el principal vocero militar este viernes, luego que tres rehenes capturados por Hamás en el ataque terrorista del 7 de octubre, fueran muertos por error por las fuerzas israelíes.
Los rehenes, que portaban una rudimentaria bandera blanca y tenían sus torsos desnudos, fueron baleados por un soldado israelí que pensó que representaban una amenaza, según un informe militar dado a conocer el viernes. En el acto murieron dos de ellos y otro logró escapar pero, finalmente, cuando el tercero salió de un edificio, fue asesinado en una nueva intervención de los efectivos israelíes, indicó el reporte.
Un oficial de las fuerzas oficial aceptó que el procedimiento empleado en el caso no fue acorde a las normativas militares y especuló con que los rehenes pudieron haber escapado o abandonados por sus captores.
La muerte de los rehenes ocurrió en un vecindario donde hubo intensa actividad militar en los últimos días y donde 9 soldados israelíes fueron muertos en combate. Según voceros de las fuerzas israelíes el viernes se esperaban posibles emboscadas de combatientes de Hamás vestidos como civiles.
Al tiempo que el incidente subraya la vulnerabilidad de más de un centenar de rehenes cautivos por Hamás, los críticos de la ofensiva israelí destacaron que el ejército no ha tomado resguardos para proteger a la población civil. «Nadie parpadeó antes de matarlos, y la investigación fue realizada luego de que se sospechó que eran civiles israelíes» dijo Sari Bashi, el director de programa de Human Rights Watch
Los rehenes fueron identificados como Yotam Haim y Alon Shamriz, secuestrados del Kibbutz Kfar Aza, y Samer Talalka, quien fue raptado del Kibbutz Nir Am.