La sonda Luna-25, la primera misión rusa a la Luna en casi 50 años, se estrelló en el satélite terrestre lo que supone un fracaso para un programa espacial ruso acusado de corrupción y la falta de innovación. La agencia espacial Roscosmos indicó que «una comisión interministerial» se encargará de averiguar «las razones» del incidente. La nave rusa tenía como objetivo explorar el polo sur la luna.
La agencia espacial comunicó que luego del «impulso para formar su órbita elíptica de prealunizaje», el sábado «hacia las 14:57 [11H57 GMT], la comunicación con Luna-25 se interrumpió» y que «las medidas tomadas el 19 y 20 de agosto para buscar el aparato y entrar en contacto con él no dieron resultado»,
El accidente se da luego de que el presidente ruso Vladimir Putin prometiera que continuaría con el programa espacial de su país pese a los problemas de financiación, los escándalos de corrupción y el conflicto en Ucrania, que dificultó la colaboración con otras agencias.
La misión rusa coincidía en el tiempo con otra enviada por India el 14 de julio que también tiene el objetivo de llegar al polo sur de la Luna entre el 23 y 24 de agosto para realizar experimentos científicos, estudios, y recopilar datos sobre la composición de los suelos y la presencia de agua congelada.