Tras la fallida investidura del líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, el Rey Felipe VI propuesto oficialmente al secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y actualmente presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, como candidato a la investidura, y a la reelección como presidente. Sánchez es apoyado por los 121 votos del PSOE y necesita 55 más para ser investido.
Sumar, la nueva alianza de 15 fracciones de izquierda comprometió el apoyo de sus 31 legisladores desde que se conocieron los resultados de la elección en julio y el líder socialista espera adicionar, entre otros, 7 de la Izquierda Catalana (ERC) y 7 de Junts, los dos partidos regionales de Cataluña que reclaman una amnistía y llegaron a un acuerdo para condicionar la elección de Sánchez a un referéndum para la autodeterminación catalana.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, adelantó que convocará al Congreso para la investidura “en el momento que la situación esté lo suficientemente madura”, aunque la misma tiene que hacerse efectiva antes del 27 de noviembre.
En conferencia de prensa Sánchez aceptó el encargo del Rey y anunció que dirigirá su esfuerzo a la conformación de un gobierno progresista ya que un gobierno del PP y Vox fue rechazado en las elecciones de julio y en el fracaso de la investidura de Feijóo. El presidente en funciones indicó que se reunirá con todas las fuerzas políticas de España –incluso el PP– excepto Vox.
“Mañana mismo vamos a iniciar los contactos con los distintos grupos parlamentarios”, anunció Sánchez desde La Moncloa y confirmó que las reuniones se llevarán a cabo en el Congreso, siendo el primer encuentro el que mantendrá con Yolanda Díaz, la líder de Sumar. El líder del PSOE se refirió a las 5 semanas «perdidas» tras la fallida investidura del Feijóo, mientras que éste apoyó la decisión de Felipe VI y manifestó que Sánchez había perdido parte del apoyo con que contaba para ser designado Jefe de Gobierno.