Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC) resolvió el viernes cerrar su planta productiva de Minas, Lavalleja, debido a una situación “insostenible” por la falta de competitividad, una realidad que se extiende también a otras empresas y que en parte es producto del “atraso cambiario”.
En un comunicado de prensa, la empresa citó “problemas de competitividad” como causa principal detrás de la decisión tomada.
“Actualmente, en FNC tenemos dos plantas productivas (Montevideo y Minas) y cada una está operando al 50%, por lo que necesitamos concentrar la producción en una sola planta. Con mucho pesar hemos decidido avanzar con el cierre de la planta de Minas y concentrar la producción en la planta de Montevideo”, agregó el texto.
“FNC nació en el país hace 158 años, y desde ese momento promovimos la industria nacional y ponemos a la gente en primer lugar, por lo que esta es de las decisiones más difíciles que nos ha tocado tomar. Estamos haciendo el mayor esfuerzo para buscar todas las posibilidades de reubicación y reinserción para todas las personas que trabajan hoy en día en la planta de Minas”, aseguró la empresa, al tiempo que sostuvo que la situación le “duele mucho”.
La empresa alega que su producción no puede competir con las latas de cervezas importadas que se venden en el mercado a un precio inferior a las locales.
El cierre de la planta de Minas afecta a 150 trabajadores, por lo que el lunes, la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), mantendrá una reunión con el Ministerio de Trabajo y de su resultado depende la posibilidad de llevar a cabo medidas sindicales.
En la planta de Montevideo trabajan 500 obreros.
En abril, la empresa metalúrgica FANAFIC anunció el cierre de su planta, lo que significó dejar en la calle a 150 familias de manera directa entre obreros de planta y personal administrativo y de manera indirecta a más de 50 familias más”.
El sindicato de metalúrgicos UNTMRA señaló que la resolución de la empresa, que concentrará su producción en Brasil, genera “un alto impacto económico y social para los trabajadores y trabajadoras afectados directa e indirectamente”.
La gremial reclamó al gobierno que “termine con su complicidad con estas multinacionales –como ocurrió en este caso- y que tome medidas y acciones necesarias para la defensa de la industria y la mano de obra nacional”.
Desde la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), se reconoce que el cierre de industrias tiene que ver en buena medida con el llamado “atraso cambiario”, una problemática que según su presidente, Fernando Pache, “no es de este gobierno, lo hemos escuchado muchas veces”.
“Es una política que el gobierno que vaya a asumir el país la va a tener que encarar, porque de lo contrario no puede encarar mayor producción, mayor empleo y mayor apertura al mundo”, señaló Pache.
El empresario sostuvo que “cualquiera sea el gobierno que venga, necesitamos enfocar un país más competitivo porque de lo contrario va a ser un país importador distribuidor como lo está siendo”.
Con respecto a la pérdida de competitividad, desde la Federación Rural se sostiene que el tipo de cambio real con China “para el período 2010-2013 está 18% abajo del promedio” y que “en promedio histórico está 23% abajo, por lo que “la pérdida de competitividad es total”.
Frente a la realidad de muchas empresas que atraviesan dificultades, tanto la Cámara de Industrias como otros sectores empresariales, como los bancos, reclaman la posibilidad de “descuelgues” de los Consejos de Salarios, especialmente para Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES).
La pérdida de puestos de trabajo se reflejó en un aumento del desempleo en marzo, que se ubicó en 9%, frente a 8,6% en febrero.