Desde el ataque terrorista de Hamas en Israel, el 7 de octubre del años pasado, he contextualizado la reacción que dicha catástrofe produjo en el mundo liberal. Hoy la realidad nos estalla en la cara. Alberto Spektorowsky, politólogo uruguayo israelí, recibió la cancelación de un curso programado en la facultad de Humanidades sobre laicidad en el ámbito europeo, a raíz de las protestas que su presencia generó en el gremio de estudiantes.
Dicho profesor, que ha dado otras conferencias en dicha casa de estudios, las cuales se hallan disponibles en internet, no iba a dar clases sobre el conflicto entre Israel y Hamás: fue invitado a un curso –reitero– sobre laicidad.
Como ya expresé en anteriores artículos, no quedan muchos liberales en Israel, pero como no podía ser de otra manera, “ el charrúa” como se lo conoce en círculos académicos, es uno de ellos. Su currículum está en la web. No tiene nada que ver con la derecha religiosa, ni con Netanyahu y, de hecho, tuvo un activo papel en fracasadas tentativas de paz con la Autoridad Palestina en año 2000. Responde al laborismo y al ex ministro de Relaciones Exteriores y apreciado inteletual israelí Shlomo Ben Ami. Hace lustros que no forma parte de ningún gobierno. Una Universidad estatal y pobre, estaba recibiendo a un invitado de lujo.
Según informa nuestro colega de El País, Martín Tocar, ante la presión, planteada en el consejo de dicha facultad, el Decano y el propio órgano universitario resolvieron reformular la propuesta general dejando afuera al sionista. Querían evitar un polvorín.
También los nazis le impidieron a los judíos el uso del transporte público por el bien de ellos.
La consejera por el orden docente, Mónica Sans dijo que se cruzó una línea delgada con la resolución tomada. Hebert Benítez expresó que los estudiantes estaban ejerciendo un patoterismo académico. La lista 5, de los estudiantes, celebró en sus redes la cancelación.
Precisamente, el académico, entrevistado por el noticiero de Canal 4 de Montevideo, dijo ser sionista a mucha honra. De las políticas del estado de Israel, al contrario, es muy crítico.
Los maliciososos estudiantes no tenían que tomarse mucho trabajo para comprobar estos dichos. Tal vez les falló el chat gpt.
Spektorowski, que además de sionista es muy inteligente, puso el dedo en la llaga. Dijo que los estudiantes de Humanidades están a favor del derecho de expresión solo para a quienes ellos le dan ese privilegio.
Los hechos narrados reflejan que nació en el Uruguay la cultura de la cancelación. Hay tribunales populares de las ideas. Nada más orwelliano.
Cierran ámbitos académicos abiertos a favor de las ideas que a ellos les parecen justasen palabras del «Charrúa».
Para el gremio de estudiantes de Humanidades, alcanza con ser sionista para no poder dar clases en una institución gratuita y pública. Mi hija es profesora de historia y además, sionista. Presumo que los jóvenes la descalificarían por ese motivo.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, en su cuenta de X dijo que los hechos le causan honda preocupación, atentan contra la libertad de expresión y constituyen un acto de discriminación
Una ex decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Repúblcia se manifestó sorprendida pero dijo confiar en que las autoridades universitarias a nivel general, más precisamente el Rector Rodrigo Arim, tomarían cartas en el asunto. La ex jerarca me manifestó que lo acontecido le preocupa enormemente y por ello le pidió una entrevista personal al rector.
Está convencida que la Universidad de la República, gratuita y laica no puede permitir esto.
Dijo que está esperando la disculpas públicas de dicho Rector en nombre de la comunidad académica o a lo sumo una investigación administrativa. Pretende que el tema se trate en el Consejo Directivo Central. El Rector debe dar una respuesta que dé luz sobre este tema. Lo acontecido es uno de los hechos más graves que ha presenciado en su larga vida universitaria.
Supino, dijo un excelente periodista. Levantan banderas, y no tienen ni idea que significa. El.mundo está así. Hanna Arendt hablaba de la falta de autoreflexion, diálogo consigo mismo, solo siguen lo que piensan sus líderes, que tampoco piensan. Así nacen los totalitarismos.