A medida que se acerca la elección en Taiwán, la pequeña isla está atrayendo la atención tanto de China como de Estados Unidos. El gigante asiático busca ganar una base política en Taiwán y tiene extremo interés en «reunificar» el territorio añadiendo a la isla al país, como lo hiciera con Hong Kong, mientras que el gobierno estadounidense está interesado en mantener el estado actual de la isla, que es hostil a Pekín, para mantener un aliado cerca de su competidor más cercano.
Aunque la mayoría de los ciudadanos taiwaneses mayores aún se ven a sí mismos como chinos, entrevistas realizadas por CNN parecen mostrar que los ciudadanos más jóvenes se identifican principalmente como taiwaneses, lo que abona la idea de dos naciones, algo que China continental no acepta. Sin embargo, los votantes más jóvenes no creen que China deba ser un tema importante durante la próxima elección.
Esa elección se está perfilando como una contienda de tres vías entre el Partido Democrático Progresista (DPP) proindependencia, el Kuomintang (KMT) pro paz y el nuevo Partido Popular de Taiwán (TPP), que está haciendo campaña con una plataforma política «pragmática». «Ambos [DPP y KMT] compiten solo en ideologías, pero para mí, ni la independencia ni la unificación son realistas», dijo un votante. «No creo que haya ninguna diferencia entre la República de China y Taiwán, y creo que cualquier debate sobre esto solo conduce a una mayor división política», agregó otro.
Taiwan, durante años una dictadura bajo el partido KMT, encaró una transición democrática en los últimos años de la década de los 80.