Como parte de los esfuerzos para que el Mundial del 2030 se dispute en Montevideo, entre otras ciudades de la región, se presentó un proyecto de remodelación del Estadio Centenario — Monumento Histórico del Fútbol Mundial– con la presencia del Secretario de Deportes, Sebastián Bauza , el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Ignacio Alonso y el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, en un evento de Desayunos Búsqueda.
En el marco de la presentación de las renovaciones de nuestro principal escenario deportivo, Dominguez manifestó que “la FIFA tiene la responsabilidad de honrar la memoria y reconocer que en 1930 todo se inició acá en Uruguay”. Junto con nuestro país, Argentina, Chile y Paraguay postulan a un Mundial con sedes multinacionales, algo que ya no es novedad en el futbol mundial, luego que el máximo torneo de FIFA fuera disputado en Japón y Corea.
Apoyando el impulso de los países del Cono Sur, Domínguez restó importancia a la infraestructura de lujo que presentaron otros países que albergaron el Mundial, como el caso de Catar. Para el presidente de la Conmebol. «Los estadios están listos para albergar gente, para vivir el fútbol como se vive en Sudamérica, y es parte de la cultura que hay que cuidar. Hay estadios muy lindos y muy excéntricos, pero por ahí no va el fútbol. Si tenemos los requisitos mínimos, tenemos las condiciones para que se viva un Mundial como nunca se vivió. No hay que elevar la vara con cuestiones que no hacen a la esencia del fútbol”, declaró a Telemundo (Canal 12).
Para poder ser la sede de la final, como pretende Uruguay, el Estadio Centenario tiene que llegar a una capacidad para 80.000 espectadores. Para el primer tramo de la ampliación, está previsto que se baje la superficie del campo de juego para agregar plateas y así tener espacio para 72.000 personas.
La aspiración de Uruguay es que se jueguen una o dos series en el país, algunos encuentros definitorios de la fase siguiente y la final.