Educación; retrocesos evidentes

El gobierno de Yamandú Orsi, dejó en claro cuál será su política de educación, con una fuerte restricción presupuestal y una inexplicable marcha atrás en la reforma educativa implementada por el gobierno anterior, lo que no llevará a nada bueno en una de las áreas más sensibles que tiene el país.

El senador del Partido Colorado Robert Silva y el diputado por el mismo partido, Felipe Schipani, denunciaron días pasados que el gobierno resolvió recortar 260 grupos en la formación docente, que incluyen la preparación de maestros y profesores, particularmente en el interior del país.

La formación docente es uno de los puntos claves contenidos en la reforma educativa que inició el gobierno anterior, dado que es fundamental que el docente tenga la preparación suficiente -cada vez más exigente- para impartir a los alumnos sus conocimientos.

Algunos estudios recientes determinaron que se percibe en los maestros las mismas dificultades que muestran los estudiantes.

“Ahora tenemos un problema: una parte muy importante de nuestros docentes no pueden leer un texto simple y entenderlo”, dijo en 2023 el entonces ministro de Educación, Pablo Da Silveira.

El ministro se refería a los resultados de la evaluación diagnóstica Informa 2023, una prueba de comprensión lectora y producción escrita del Consejo de Formación en Educación realizado en marzo de ese año a 4.703 estudiantes que ingresaban por primera vez a las carreras y especialidades de la formación en educación.

Más de la mitad, el 55,8% de los que hicieron la prueba de producción escrita, tuvieron resultado “bajo” o “muy bajo”, así como el 38,3% en la evaluación de comprensión lectora.

Recortar grupos y restar apoyo a la formación docente es agravar más aún estas carencias y en definitiva que los estudiantes no reciban un aprendizaje de calidad.

También se conocieron recientemente algunos cambios que se implementarán en la grilla de materias de la enseñanza secundaria.

Entre esos cambios, están para algunos grados del ciclo básico, la disminución de horas de informática y de idioma español, dos materias claves para el futuro de la inserción laboral de los jóvenes.

Silva ilustró que “contrariamente a lo que pasa en el mundo”, en Uruguay se van a recortar horas destinadas a tecnología y se eliminarán talleres operativos de participación juvenil, expresión artística, ciencias y artes aplicadas.

En ese sentido, reconoció que, aunque esas áreas se vean reflejadas en la currícula, como música, geografía y astronomía, “no tienen la misma dimensión ni la forma de desarrollarse y llevarse adelante”.

Sin dejar de valorizar la cultura general de los alumnos, las materias que sufrieron recorte de horas, son claves para los conocimientos que el mercado de trabajo requiere y en esto, Uruguay no se puede darse el lujo de ir a contrapelo del mundo.

Además del debilitamiento en la formación docente y los cambios en la currícula, es un dato muy negativo la baja que tendrá el presupuesto en educación, que pasará de los actuales 4,8% del PIB a 4,2% del PIB en 2029.

¿Dónde quedó entonces la promesa electoral del Frente Amplio de destinar 6% del PIB para educación más 1% para investigación y desarrollo, ciencia, tecnología e innovación?

El jueves, Orsi recibió al rector de la Udelar, Héctor Cancela, a quien le confirmó que no habrá mensaje complementario en la Ley de Presupuesto que contemple las aspiraciones de la educación y todo quedará librado a una posible reasignación de recursos en el Senado.

La falta de éstos, hace que hasta el momento no puedan cubrirse la totalidad de las 3.400 becas previstas y, de los 750 millones de pesos que requiere su financiación, se lograron en Diputados 245 millones.

Los reclamos por más presupuesto llevaron a la ocupación de las facultades de Humanidades, Química, Psicología y Comunicación.

Cabe recordar que mientras se le retacean fondos a la educación, el gobierno decidió la compra de un campo de 4.000 hectáreas en Florida para el Instituto Nacional de Colonización por USD 32 millones, con lo que se podrían construir 14 centros escolares de tiempo completo.

Son entonces varios golpes que impedirán avanzar, e incluso nos harán retroceder, en un tema que el país no puede esperar y que vuelve a convertir aquella frase del presidente José Mujica: “educación, educación, educación”, en un simple eslogan.