Las medidas adoptadas por el gobierno nacional, basadas en la protección a la salud de la población, implican una restricción notoriamente excepcional a la libertad. Y si bien similares limitaciones vienen siendo aplicadas en el resto del mundo, no es buena noticia para nadie su acaecimiento.
El Presidente Lacalle Pou reconoce la gravedad tanto de la situación sanitaria como del alcance de la reacción del Poder Ejecutivo: “Estos casos son muy difíciles, porque uno tiene que elegir entre derechos a proteger”.
Si bien la propuesta de limitaciones al Artículo 38 de la Constitución aún no ha recibido consideración legislativa, la actitud de la Intendente de Montevideo, referente política en el liderazgo del Frente Amplio, parece anunciar que la oposición acompañará las decisiones emanadas del Poder Ejecutivo.
EL DIA nota con la preocupación del caso cualquier restricción a las libertades públicas, al mismo tiempo que reconoce que la libertad, siendo una aspiración de máxima, no es ilimitada. Es de esperar que la la batería de acciones propuestas y ejecutadas por el gobierno sean tomadas como es debido: una excepcionalísma circunstancia y que el colectivo responda a la misma con la responsabilidad que el momento requiere.