En medio de evidencias que sugieren actos no éticos por parte de algunos miembros de la Corte Suprema de Estados Unidos, senadores Demócratas presentaron un proyecto de ley para establecer un código ético para la Corte, y el Comité Judicial del Senado franqueó la propuesta, cumpliendo así con la promesa de los demócratas de tomar medidas legislativas luego de conocerse la relación del juez Clarence Thomas con un magnate republicano del sector inmobiliario.
La ley impondría nuevos requisitos para las declaraciones financieras y reglas más estrictas para la recusación en caso de conflicto de intereses, dando respuesta a la falta de transparencia y la posible influencia indebida en las decisiones de la Corte Suprema.
Sin embargo, ello proyecto de ley enfrenta una fuerte resistencia por parte de los Republicanos que ven en la iniciativa un tema controvertido y partidista