Los candidatos a la. presidencia argentina, Javier Milei, Patricia Bullrich, Sergio Massa, Myriam Bregman y Juan Schiaretti tuvieron este domingo su segundo y último debate previo a las elecciones del próximo 22 de octubre en la Facultad de Derecho de Buenos Aires. En un encuentro más agresivo que el anterior, los. presidenciables se hicieron recriminaciones mutuas y en algunos momentos utilizaron un lenguaje poco ortodoxo.
En esta oportunidad, los aspirantes a la Casa Rosada debatieron sobre ejes temáticos previamente convenidos» Seguridad, Trabajo y Producción y “Desarrollo humano, Vivienda y Protección del ambiente; se hicieron preguntas cruzadas y, finalmente, dispusieron de un minuto para dirigir su mensaje final a la población.
Bullrich que había sido criticada por su desempeño anterior, sobretodo teniendo en cuenta su tercer lugar en las encuestas, se mostró mucho más decidida que hace una semana y aprovechó la situación económica y el escándalo del político peronista Martín Insaurralde para poner en aprietos al oficialista Massa, que tuvo dificultades para defenderse de ambos factores adversos.
Por su parte Milei, cuya posición en las encuestas favorecieron en el primer debate un discurso menos disruptivo que el que mostró antes de las primarias de agosto, habló en un lenguaje por momento obscuro para el elector común, fue muy duro con Bullrich –a quien llamó guerrillera asesina–y no abandonó uno de sus tópicos en la campaña: que él no viene de la «casta» representada por sus cuatro contendores.
Tanto Bregman como Schiaretti continuaron con la línea discursiva del debate anterior, Bregman tratando de despegarse del «izquierdismo» del peronismo –Massa le recordó que votó junto con el oficialismo en 25 oportunidades– y Schiaretti enfatizando los logros que ha tenido en su Córdoba natal y tomando distancia del kirchnerismo.
Y si bien las preguntas cruzadas –una instancia en que los candidatos se preguntaron y contestaron lo que quisieron–fueron una forma oblicua de dirigirse al electorado que cada uno necesita atraer para asegurarse un lugar en una eventual segunda vuelta de noviembre, el mensaje final pareció más una apelación al votante cautivo, como forma de no perderlo a manos del resto de los contendientes.
Un grupo de control conformado por indecisos, votantes en blanco y personas que manifestaron que no votarían, fue reunido por el canal ExtraTV de Argentina para reaccionar al instante durante las intervenciones de los candidatos. De acuerdo a las mediciones, salvo una marcada diferencia en el desempeño de Bullrich en el primer y segundo debate, no se registraron grandes picos positivos o negativos durante las intervenciones de los políticos.