Estrenando un formato inédito de debate presidencial obligatorio, se enfrentaron ayer los 5 candidatos que corren por la presidencia en Argentina este 22 de octubre. Los puntos sobre los cuales debatieron Javier Milei (La Libertad Avanza), Sergio Massa (Unión por la Patria), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores) fueron la economía, la educación y, por mandato popular, derechos humanos y convivencia.
El debate en si, concuerdan los analistas, no ha movido la aguja en las ultimas encuestas que encuentran primero a Milei, seguido por Massa y en tercer lugar a Bullrich. No obstante sirvió para mostrar una propuesta de preguntas y respuestas entre los propios participantes que no aportó nada nuevo pero le dio la oportunidad a la oposición a enrostrarle a Massa, actual ministro de Economía, su responsabilidad en la crisis económica por la cual atraviesa el país.
Massa, a quien su doble calidad de ministro y candidato le deja poco margen de maniobra, intentó su mejor defensa al aclarar que está en la actual administración por responsabilidad y que si es electo presidente ese será «su gobierno» –distinto al actual– y para el cual planteó la «unidad» nacional.
El Dia retrasmitió una edición especial preparada por su colaborador Roberto Bacman en el canal Extra, en la cual se inauguró la teconología «perception alanyzer», mediante la cual se puede conocer, en tiempo real, las reacciones de los integrantes de un grupo focal.
De acuerdo a las mediciones entre los candidatos con chance para pasar a la segunda vuelta –Milei, Massa y Bullrich– quienes generaron más reacciones positivas fueron el libertario y el candidato oficialista, mientras que Bullrich no provocó mayores simpatías. No obstante en general quien mantuvo una curva ascendente en la sensibilidad del grupo focal fue Bregman, cuya candidatura es meramente testimonial y no llega a dos dígitos en las encuestas; su punto más alto fue cuando le llamó a Milei un ¨gatito mimoso del poder económico».
El sistema de medición, que no da «ganadores» en el debate, sólo registra reacciones de un grupo focal, en este caso elegido entre indecisos, que son quienes tienen la llave de la elección, según Bacman. Esas personas reaccionaron positivamente a propuestas concretas y discusiones sobre el futuro, mientras que en las polémicas sobre el pasado se mantuvieron generalmente en una línea chata o negativa.
El próximo debate está agendado para el sábado y si se mantiene en lo ya mostrado en este primero va a confirmar el discurso ya conocido de los candidatos en donde lo más interesante será el nivel de polémica y y confrontación que –en el de ayer– tuvo un tono bastante medido, sobre todo de parte de un usualmente incendiario Milei.