El Prosecretario Nacional de Cultura del Partido Colorado, Luis Marcelo Pérez, sostuvo que trabajar en la generación de políticas que incluyan la cultura para orientar el uso del tiempo libre, puede ayudar a reducir, junto al deporte, los índices delictivos y violentos. En entrevista con El Día, Pérez, conductor del programa radial El Mural de Radio Cultura y además poeta, con más de 20 libros editados en Uruguay, las Américas, Europa y Asia, defendió la creación de un Ministerio de Cultura, dado que “en las últimas décadas el sector cultural nunca fue prioridad gubernamental”.
¿Cuáles son los objetivos que se trazó la Prosecretaria de Cultura del Partido Colorado desde su creación en 2021?
El objetivo primordial siempre ha sido cumplir a raja tabla el mandato de que todas las Prosecretarías son un grupo asesor del Secretario General y del Comité Ejecutivo Nacional. Cada una de las actividades que llevamos a cabo pasa primero por los canales correspondientes antes de concretarse, nada de lo que luego se ve se hace por impulso. El calendario anual se define siempre a comienzo de año, aunque lo vamos planificando y poniendo en agenda en el curso del año previo. Pasados esos niveles administrativos, el objetivo es claro, debemos fortalecer el bien cultural que desde nuestro partido político y sus allegados generadores culturales han dejado como legado en la identidad de este país. No importa el rincón donde nos encontremos siempre nos topamos con esas señales que debemos reconocer, pero también transmitir para provocar la inquietud de más búsquedas y el orgullo de las nuevas generaciones hacia aquellos hombres y mujeres.
¿Cuáles son las principales acciones que se han realizado y cuáles son las previstas hacia adelante?
Se planificaron dos rutas a seguir; una interna que fue salir a buscar a las personas afines, aunque está abierta a todos los adherentes, fuimos observando los perfiles para conformar un consistente, reflexivo y decisivo grupo humano, y la segunda, reseñar los temas, ordenarlos e identificar quienes serían sus expositores. También recibimos y ejecutamos alguna idea planteada, como también hemos recibido y estudiado proyectos de ley que un par de grupos de artistas nos presentaron. No somos un grupo cerrado, estamos abiertos a las solicitudes de ingreso así como de recibir propuestas.
Cuando iniciamos las actividades, realizamos un conversatorio cultural por mes hoy ya son dos y la constancia de una reunión por semana de coordinación y puesta a punto. El éxito en todo esto está en la cohesión del equipo que nunca se desalienta y tira para adelante, esa es una de mi mayores satisfacciones.
Hacia adelante, te digo, seguir con la tarea asumida y trabajar en la definición de los cinco puntos que entendemos más prioritarios para aportarles a los programas y estrategias de los candidatos.
¿Qué incidencia ha tenido el trabajo de la Prosecretaría en las políticas de cultura del gobierno y desde dónde?
Siempre hay un camino bueno para los hombres buenos y de fuerte voluntad, dijo Batlle y Ordoñez. (Risas). Al inicio nos reunimos con la ministra y viceministro de Vivienda para plantearles la preocupación y algunas ideas para lo que quedaba de la Casa de José E. Rodó en Ciudad Vieja que llevaba más de treinta años abandonada y en un estado edilicio lamentable.
Asimismo, hemos dado nuestra opinión sobre el águila de Graf Spee que logramos entre muchos salvarla; nos hemos manifestado en contra de la censura que la Intendencia de Montevideo le impuso al artista Claudio Rama; de igual manera cuando se quitó el busto del poeta nicaragüense Rúben Dario de su emplazamiento.
También hemos mantenido reuniones informales con la idea de desarrollar una propuesta de trabajo conjunto con la anterior mesa de dirección de la Comisión de Cultura del Partido Nacional.
Ahora estamos con agenda abierta a la espera de la devolución del nuevo director para establecer próximas acciones de trabajo. Hemos visitado a varios Comités Ejecutivos Departamentales con la intensión de descentralizar la cultura de la capital. Hay acciones que muchas veces son invisibles a los ojos de la gente. El camino es largo, lo sabemos, pero ya estamos andando con claridad y firmeza.
¿Qué opinión te merece la creación de un ministerio de Cultura? ¿Cuáles son los fundamentos para ello?
Es necesaria. En las últimas décadas el sector cultural nunca fue prioridad gubernamental. Es hora que el gobierno central proceda a incluir a la cultura como el eje transversal sin el cual el desarrollo no será posible. Esto es clave para la mejora de nuestra sociedad. Es ese crecimiento intangible que no solo se mide en dinero sino también en paz social, calidad de vida y bienestar. Me llama poderosamente la atención que ningún gobernante haya reparado en que los mayores problemas que la gente identificaba en el país son la inseguridad, la salud, el consumo de drogas y la violencia y que un frente importante a trabajar son la generación de políticas que incluyan un trabajo sostenido en cultura: para orientar el uso del tiempo libre que hoy se distancia del concepto que promovía José Enrique Rodó y que junto al deporte, reducen agudamente los índices delictivos y violentos que cada vez más y en aumento se instalan en nuestra sociedad.
¿Cómo percibís la expansión de la difusión de la cultura a los ámbitos de las intendencias y los municipios, que en forma creciente organizan y promueven múltiples actividades a través de sus departamentos de Cultura? ¿Es preciso retornar a una visión tradicional de las funciones específicas de los gobiernos locales o crees que es beneficiosa su intervención en esos ámbitos?
Es fundamental para los artistas encontrar espacios desde donde puedan dar a conocer su arte. Es ahí donde los departamentos de cultura de las intendencias y las comisiones de los municipios tienen que actuar con la libertad sí en la selección de las propuestas, pero con una coordinación que haga de estos espacios un escenario igualitario para todos quienes quieran compartir su oferta creativa sin diferenciar desde el rincón del país donde se encuentre.
El Batllismo le dio históricamente al Uruguay grandes exponentes de la cultura, como Pedro Figari, Horacio Quiroga, Eduardo Fabini, Carmelo de Arzadum, por mencionar algunos, ¿Es posible regenerar esa “cultura batllista” con una mayor incidencia en las distintas manifestaciones artísticas?
Después de haberse celebrado hace pocos días el Día del Patrimonio, en el que fueron homenajeados tres arquitectos, dos de ellos, Alfredo Jones Brown y Juan Antonio Scasso, te cuento fueron también colorados y batllistas, solo por mencionarte un ejemplo. Se ha instalado –y nosotros fuimos exageradamente muy condescendientes- la idea que los hacedores, promotores, gestores y hasta consumidores de cultura no son cercanos a nuestras tiendas partidarias. Te puedo afirmar ya no desde mis más de 30 años como productor o gestor cultural, sino en la respuesta que he podido tomar en estos tres años en la Prosecretaría que he descubierto muchos de estos actores en diferentes rubros que están cercanos a nuestros ideales.
Retomando tu pregunta yo creo que se puede. Se necesitan apoyos múltiples como es propio en estas acciones, pero argumentos bien fundados sobran.
¿En qué medida pueden ayudar las redes sociales en la difusión de contenidos culturales con una visión propia afín al Partido y al batllismo?
El batllismo ha sido siempre sinónimo de transformación y progreso. Siempre ha estado un paso adelante, como dice la letra de nuestro himno partidario “si alcanzamos una cumbre, siempre hay otras más allá”. Las redes sociales ayudan más allá de los sectores o grupos etarios a los que va dirigida la propuesta. Son fundamentales para cualquier tarea y más para la convocatoria y la difusión de nuestros contenidos culturales.
¿Es posible lograr un crecimiento político del Partido a partir de una mayor presencia en la promoción de la cultura o la organización de espectáculos artísticos que sean de interés delos jóvenes?
Sí es posible. Ahora, tanto las bases como la dirigencia deben de asumir el rol decisivo que posee la cultura tanto como la educación en igualdad de rango e invertir a futuro. Hasta ahora hemos dado algunas respuestas y aún nos queda un sabor a debe en la educación, mientras que la cultura brilla levemente y en ausencias. Si una de estas renguea y no la asistimos e integramos activamente el porvenir se hipoteca.