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Editor responsable: Rafael Franzini Batlle
sábado, diciembre 20, 2025

Crónicas del Caos Oriental

El efecto M24, el Presidente distraído y la república del tiki-tiki institucional

Hay semanas en Uruguay que parecen escritas por un guionista borracho. O por Ana Oliveira. Esta es una de esas semanas con un nuevo capítulo del realismo mágico político uruguayo —una especie de Macondo, pero con mate, FMI y tweets borrados.

Lo de M24 merece un estudio sociológico, psicológico y psiquiátrico simultáneo. Una radio que era tan de izquierda que transmitía más decibeles de indignación que de audio. Creció un 40% en audiencia, una locura. En cualquier lugar del planeta eso es una fiesta: torta frita, banderines, algún diputado bailando mal cumbia. Pero acá no. Acá dijeron:

—Che, la radio creció. ¿Qué hacemos?
—Y… cerremos todo y despidamos a cuarenta. No vaya a ser cosa que funcione.

Cerró tan de golpe que hasta los micrófonos pidieron seguro de paro. Los trabajadores llorando, los oyentes indignados y los dueños escondidos en una cueva del Cerro como si fueran personajes secundarios de El Señor de los Anillos. Nadie sabe quién compró la radio. Nadie sabe por qué. Nadie sabe cuándo. Es como Misión Imposible pero sin Tom Cruise y con mucho mate lavado. Al día siguiente, el país estaba tan desorientado que muchos militantes dijeron:
—“¿Y ahora dónde me quejo? ¿En FM del Sol? ¿En Océano? ¿En Radio Rural?”.

Pero tranquilos: El rock del caos recién empezaba…

En medio del drama, la prensa pregunta sobre el policía asesinado. El presidente, o influencer de confianza, o embajador en Capurro según cómo venga la mano, con la serenidad del que recién se despertó de una siesta de tres horas, dice:
—No sabía.

No sabía. Yo quiero ese nivel de paz mental. Quiero vivir en ese Uruguay paralelo donde a uno no le llegan las malas noticias porque el universo te cuida. Debe ser lindo ser Presidente y tener el cerebro en modo “No Disponible”. Literalmente es el primer mandatario en la historia que podría poner en la biografía de WhatsApp: “Estoy en una. No jodan.”

Clodomiro propone varios escenarios para entender su desconexión cósmica:

1. Hipótesis del Modo Avión: Orsi habría pasado la tarde entera intentando sintonizar M24 sin saber que estaba muerta.

2. Hipótesis Stranger Things: El intendente habría quedado atrapado en una dimensión paralela donde los homicidios no existen y las conferencias de prensa empiezan a horario.

3. Hipótesis “Estaba regando las plantas”: A veces lo simple también explica lo complejo.

Pero no terminó ahí. Horas después, como si hubiera tomado una sopa de inspiración, Orsi declara: “El proceso Bukele es una referencia en seguridad.” Es como que un vegano confiese que usa el olor del asado como perfume. Primero no se entera de un asesinato, pero después se inspira en el tipo que construyó una megacárcel del tamaño de Florida y Sarandí Grande juntos. Yo me imagino la reunión de gabinete:
—Presidente, ¿qué modelo adoptamos?
—Y… el del loco ese que encierra gente hasta por respirar fuerte.

A este ritmo, para febrero estamos comparando Uruguay con Corea del Sur porque “tienen buena señal de wifi”. Clodomiro, por su parte, lo celebró:
—“Al fin un político que reconoce sus verdaderas fuentes. Primero Mujica, ahora Bukele… Para agosto cita a Yoda y cerramos la trilogía”.

Si uno junta todo lo que pasó en 48 horas, Uruguay parece una serie:

Capítulo 1: “Radio que habla del capitalismo cae por razones capitalistas”.

Capítulo 2: “Político no sabe algo que todos saben”.

Capítulo 3: “Bukele es referencia y nadie se inmuta porque ya estamos rotos”.

Capítulo 4: “Clodomiro intenta explicarlo y termina necesitando un psicólogo, un cura y un guiso de lentejas”.

Si esto sigue así, la política de nuestro país va a terminar siendo un híbrido entre The OfficeBlack Mirror y Los Tres Chanchitos. Pero tranquilos: Clodomiro está acá para documentarlo todo antes de que M24 vuelva como radio pirata desde un sótano de la Facultad de Ciencias Sociales.

Posdata:

Esta semana me acordé de una vieja frase atribuida a Batlle (que capaz no la dijo, pero queda bien ponerla igual): “La democracia se construye con información… y con una radio prendida por lo menos.” Pero si no hay radio, y el presidente no se entera, y la referencia de seguridad es Bukele…

Bueno, preparen el mate y el chaleco antibalas, porque se viene un país particularmente entretenido.

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