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Crédito al consumo aumenta, dificultades de pagos también
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Las familias uruguayas se endeudaron 10% más en 2023 y hoy la cartera de créditos al consumo, sin tomar en cuenta los préstamos para automóviles, supera los USD 5.300 millones, mientras que 660.000 personas revisten la calidad de “incobrables” por al menos una institución financiera, una realidad que desde el año pasado puso el tema de las deudas en la agenda política. 

Los préstamos al consumo ocupan casi el 40% del total de la cartera de créditos vigente, por encima de sectores como el agropecuario o el de servicios.

Asimismo, entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023, el 79% de los créditos al consumo otorgado a las familias fue concedido por bancos (privados y públicos), así como cooperativas de intermediación financiera y casas financieras, mientras que el 21% restante fue por administradoras de créditos, según un informe de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios.

Según datos del Monitor del Mercado de Crédito al Consumo de Pronto, el 69% de los uruguayos tiene algún tipo de endeudamiento vigente, sea un préstamo y/o tarjeta de crédito, mientras que el endeudamiento de las familias alcanza a 30% de sus ingresos anuales, de acuerdo al Banco Central del Uruguay.

El año pasado, el Clearing de informes presentó en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, un documento en el que se detalla que el 35% -unas 980.000 personas- de quienes están en la base de datos de su historial crediticio tiene un informe negativo al registrar un incumplimiento en el pago de sus deudas. 

La doctora en Economía Graciela Sanroman, titular de la Cátedra de Econometría de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, sostiene que ya en 2016 un tercio de los hogares uruguayos debía endeudarse para comprar calzado, vestimenta e incluso alimentos. 

Las dificultades en los pagos se concentran en los estamentos jóvenes, dado que más de 120.000 menores de 30 años son calificados como “incobrables”, según un estudio reciente del BCU.

La situación de los deudores, llevó el año pasado al partido Cabildo Abierto a recolectar firmas para  convocar a un plebiscito a los efectos de reformar la Constitución en lo que hace a la usura y deudas. 

Por otra parte, cuenta con media sanción parlamentaria un proyecto de Ley del diputado del Partido De la Gente, Daniel Peña, quien consideró que se trata de “una señal muy fuerte” que tendrá “un impacto no menor a 50 puntos en la tasa de interés, en el cálculo de intereses moratorios y compensatorios que les permitimos cobrar a las financieras”.

La iniciativa continuará a estudio este año en el Senado.

Uno de los puntos centrales en la polémica sobre el endeudamiento radica en las causas, que según opiniones diversas se deben a las dificultades económicas que atraviesa un sector importante de la población, a las elevadas tasas de interés, a la falta de educación financiera y a la tentación consumista. 

Lo cierto es que a la hora de pedir un préstamo se debe definir el motivo del endeudamiento, armar un presupuesto y que las cuotas a pagar sean menores al 30% del ingreso percibido.

En cuanto al primero de los puntos, es necesario definir si se va a pedir un préstamo, por ejemplo, para un emprendimiento, para hacer reformas en el hogar o para cubrir los gastos que demanda una enfermedad, o por el contrario, para comprar algo prescindible y cuya adquisición puede postergarse.

Como segundo punto, es necesario organizar un presupuesto mensual de modo de asegurarse de poder pagar las cuotas, así como armar un calendario de pagos a efectos de abonar las mismas y no caer en atrasos.

Es recomendable además endeudarse en la moneda en la cual uno percibe los ingresos, aunque de forma temporal puedan verse atractivos los préstamos en dólares debido al atraso cambiario. Una devaluación, que por el momento no está en el horizonte, pero nunca es de descartar, puede cambiar radicalmente la ecuación de la cuenta a pagar, tal como sucedió en 1982 y 2002.

Por último, es fundamental analizar el monto de cada cuota, dado que se recomienda que las mismas no superen el 30% de los ingresos percibidos, de lo contrario se puede caer en problemas de pago.

Mientras aumenta el crédito y el endeudamiento, cada vez proliferan más las ofertas de préstamos, en las redes sociales, volantes y vidrieras de sucursales de financieras. Durante el mes de marzo, algunas de las ofertas disponibles fueron las siguientes, ordenadas por monto de menor a mayor:

Creditel ofrecía 5.000 pesos en 12 cuotas de 817,47 pesos, por lo cual quien lo solicitara debía devolver 9.809,64 pesos incluido el IVA, con un interés compensatorio de 117,87% anual.

Quienes precisaran 10.000 pesos podían en el Banco Itaú acceder a ese monto a pagar en 12 cuotas de 1.055 pesos, es decir a una tasa efectiva anual de 42%, o de lo contrario a un préstamo de CrediExpress, a pagar en 10 cuotas de 1.400 pesos.

COSSAC ofrecía también esa cifra, pero a pagar en 10 cuotas de 1.211 pesos. 

Republica Microfinanzas, otorgaba un préstamo para emprendimientos sin formalizar de 10.000 pesos en 12 cuotas de 1.007 pesos, a una tasa efectiva anual de 35% más IVA, con un total a devolver de 12.084 pesos. 

Para acceder a 15.000 pesos, Pronto+ ofrecía un crédito a pagar en 6 cuotas de 2.999 pesos.

Mientras tanto, para un préstamo de 20.000 pesos, se podía acceder a uno de CrediExpress a pagar en 14 cuotas de 2.250 pesos. 

Crédito Uruguayo ponía a disposición 25.000 pesos en 12 cuotas de 2.990 pesos.

En caso de necesitarse 30.000 pesos estaba la opción de Pronto+ a devolver en 6 cuotas de 6.235 pesos, por un total de 37.410 pesos, es decir un 133,7% anual, o la del Banco HSBC en 12 cuotas de 2.750 pesos. 

Por su parte, ANDA ofrecía 30.000 pesos en 24 cuotas de 1.828 pesos.

Por último HSBC prestaba 50.000 pesos en 24 cuotas de 3.500 pesos o 60.000 pesos en 24 cuotas de 4.200 pesos.

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