El jueves por la tarde, tras una reunión con el Presidente Luis Lacalle Pou y el Secretario de la Presidencia Álvaro Delgado, el Director de Convivencia Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González, anunció su renuncia indeclinable. La dimisión del jerarca, hombre de confianza del extinto ministro Jorge Larrañaga, se produjo luego de hacerse público que había recibido atención y retirado medicamentos del Hospital Policial.
En una aparición pública, durante una ceremonia del Instituto Nacional de Rehabilitación, González había negado las acusaciones aduciendo que sus datos personales habían sido utilizados para acceder al centro asistencial con el fin de perjudicarlo.
En la carta de renuncia dirigida al primer mandatario González afirmó que “ Yo no tengo ningún derecho a ponerlo a usted en la incómoda posición de que una persona de su confianza sea cuestionada éticamente, por lo que doy un paso al costado” y reconoció el error causante de la renuncia afirmando que “Jamás me aproveché del poder, pero si algo está mal, está mal y debe medirse con esa vara a todos, cosa que aplaudo”.
La situación cobra relevancia —y es vista como un desahogo para la oposición— en el marco de la Comisión Investigadora que analiza la gestión del Senador Charles Carrera, ex Director General del Ministerio del Interior durante el gobierno del Frente Amplio, que fue promovida por la coalición de gobierno.