Las fuerzas israelíes mataron a diez personas en el campamento de refugiados de Jenin tras dos días consecutivos de ofensiva contra una «infraestructura terrorista» en el campamento. Todas las víctimas tenían entre 16 y 23 años, y los ataques dejaron un mínimo de 100 heridos. El alcalde del campamento estima que al menos 4.000 personas huyeron debido al mayor ataque israelí contra Jenin en las últimas dos décadas.
Las Naciones Unidas expresaron su «alarma» por las acciones israelíes, mientras que “Médicos Sin Fronteras” afirmó que no pudo ayudar a todas las víctimas debido al estado de las carreteras y los ataques con drones.
Un vocero de Médicos Sin Fronteras condenó el uso de drones y helicópteros en zonas de alta densidad poblacional. «El hospital donde estamos tratando a los pacientes fue alcanzado por botes de gas lacrimógeno. Las estructuras médicas, las ambulancias y los pacientes deben ser respetados”.