El jueves por la tarde el número de víctimas de los incendios forestales en la isla Maui, en Hawai, llegó a 53 personas, aunque el gobernador del Estado, Josh Green, advirtió que la cifra podría aumentar a medida que se registran las viviendas de la ciudad. El presidente estadounidense Joe Biden declaró a la isla como zona de desastre y ofreció sus condolencias.
Las imágenes capturadas por turistas y periodistas mostraban una ciudad fantasma, gris, con casas, edificios, parques y autos quemados por doquier. «La magnitud total de la destrucción en Lahaina los sorprenderá. Pareciera como si una bomba hubiera explotado», dijo Green en una conferencia de prensa el jueves por la tarde. «Habrá una nueva Lahaina», pronosticó
El resultado de la evaluación de los daños en la isla recién se dio conocer a las 15:30 (22:30 hora de Montevideo) en un conferencia de prensa en tanto las quejas por la falta de información aumentaban entre los residentes que dijeron haber recibido poca o ninguna advertencia sobre la magnitud de los incendios. Sin embargo, las autoridades desaconsejan viajar a la isla, uno de los destinos turísticos preferidos y lugar de residencia parcial de multimillonarios
Los sobrevivientes describieron que escaparon de un «infierno total» que ardía en Lahaina con tal intensidad que las personas se arrojaron al Océano Pacífico. La Guardia Costera de los Estados Unidos informó haber salvado a 17 personas en el mar y ubicado a 40 sobrevivientes en tierra.
Según las autoridades isleñas y poweroutge.us, que recaba los datos de los servicios públicos, 11 mil personas no tienen electricidad en la isla, incluida la ciudad de Lahaina, y extensas zonas no contaban con servicio telefónico.
Los incendios se dan en el contexto del cambio climático, como viene ocurriendo en otros países del Hemisferio Norte, como Canadá, España y Grecia. El incendio en Hawai, además, contó con un factor adverso, como los vientos del cercano huracán Dora, que llegaron a 193 km por hora.