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Argentina inicia la transición
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«La imagen muestra a dos hombres sentados al aire libre en un entorno con vegetación y columnas clásicas, posiblemente en un espacio formal o gubernamental, visten traje formal con corbata y están sentados alrededor de una pequeña mesa circular con un mantel blanco, sobre la cual hay dos vasos de agua. El hombre de la izquierda está más relajado, mientras que el de la derecha parece más erguido».

Así describió la Inteligencia Artificial la foto oficial de la reunión que este martes mantuvieron el presidente argentino Anibal Fernández y el presidente electo Javier Milei, según Noticias Argentinas. La transición comenzó, luego de que, en los amagues previos, se especulara con que la misma se llevaría a cabo un día antes, el lunes.

No fueron cuarenta y ocho horas cualquiera entre el domingo y el martes. El oficialismo argentino sufrió una dura derrota que ni el aparato político del peronismo ni la ventaja del andamiaje estatal con que contaba su candidato — el ministro de Economía Sergio Massa– pudieron evitar. Fue paliza, sobre todo si se tiene en cuenta la realidad orgánica de Milei, sin partido asentado, sin una bancada legislativa fuerte, sin un sólo gobernador en las provincias.

Milei, aún con el apoyo del expresidente Mauricio Macri y su Propuesta Republicana (PRO), sigue apareciendo como David, enfrentado a lo que el denomina «la casta política», que en la hermana nación es sinónimo del peronismo –ese movimiento cacia tutto– y su dominio del Estado, al que penetró sin freno ni barreras. No obstante, el libertario superó la primera chicana de quien hasta el domingo fuera su contendiente: no se dejó endilgar la responsabilidad de lo que pase en Argentina a partir de este lunes hasta el día de la transmisión del mando, el 10 de diciembre.

Que la transición quede bajo el mando del actual gobierno parece haber desbaratado los planes de Massa, que en la noche del domingo aparecía con la intención de pedir licencia hasta el fin del mandato, una especie de renuncia que no decía su nombre. La jugada no le salió al candidato perdidoso, a quien en Argentina ven como el hombre fuerte del actual gobierno.

Es importante el logro de Mili. El gobierno se hará cargo de lo que pueda pasar en estos días hasta el 10 de diciembre. Teniendo en cuenta la inestabilidad producto de una crisis política y económica como un ingrediente, y una colectividad combativa y corporativista como el peronismo y sus influencia directriz en los gremios, como otro, Milei se blinda contra movimientos sísmicos –intensos y rápidos– como los que terminaron con el gobierno radical a principios de siglo.

La reunión entre Milei y Fernández, llevada a cabo en la residencia oficial del mandatario argentino, en Olivos, duró menos de una hora, de  8:30 a 9:20 y no trascendió mucho de su contenido.

Sin embargo la llegada del nuevo presidente a Olivos tiene un significado de orden, que coincide con la posición erguida del presidente electo. Si fue a entrevistarse con Fernández es porque seguramente le dieron garantías de que Massa no se desaparecería de la escena y que los puentes no serán quemados. La no-renuncia parecería confirmarlo. Y la no-reunión entre los dos presidentes –saliente y entrante– el lunes, también: hubo negociaciones entre medio.

Los antecedentes y los símbolos no precisan de la Inteligencia Artificial para ser bastante evidentes. Milei había dicho que no le exigiría al presidente saliente que «haga en 20 días lo que no hizo hasta ahora», pero pidió prudencia durante los.próximos días. Y que haya anunciado que la transición la llevará a cabo desde la residencia oficial de Olivos, y no desde la Casa Rosada, también marca un posicionamiento.

Desde la Libertad Avanza, el espacio de Milei,  se recalcó que “hasta el 10 de diciembre, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, son los responsables constitucionales de la situación de los argentinos”.

Figuras afines a los últimos gobiernos peronistas, y que apoyaron a Massa han puesto de manifiesto la combatividad de las huestes justicialistas. El expresidente uruguayo José Mujica advirtió: «por tradición el pueblo argentino acude al bombo y a la calle y a la movilización y la repuesta que de el gobierno ahí se sabe dónde empieza y no dónde termina».

La transición empezó. El 11 de diciembre es otra historia

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