Forman parte en cada invierno del paisaje Atlántico uruguayo y hacen el deleite de lugareños y turistas, quienes cada vez más asisten a su contemplación.
Se trata de las ballenas francas australes, que entre abril y octubre tuvo la presencia de más de 550 ejemplares en las costas de Maldonado y Rocha.
Las intendencias de estos departamentos, junto a las organizaciones BallenasUY, Fauna Marina Uruguay y Renace Uy, presentaron días pasados en el Municipio de Punta del Este el balance de cierre de la temporada, que incluyó una muestra fotográfica, pintura en vivo y degustación de vinos.
En diálogo con el EL DIA, algunos integrantes de estas organizaciones explicaron que cayó el número de ballenas que pasaron por nuestras costas –fueron unas 800 el año pasado- pero crecieron a 110 los días en que se avistaron animales.
Explicaron que en invierno estas ballenas vienen de la Península de Valdéz buscando las aguas más cálidas de Brasil para reproducirse.
En su itinerario, pasan por el frente Atlántico uruguayo, donde si bien no se reproducen, sí interactúan hembras y machos junto a los más jóvenes, en una suerte de “enseñanza” sobre el apareamiento.
En Uruguay existe un grupo de Tinder con unos 8.000 integrantes para dar aviso sobre los avistajes, a los efectos de que todos los interesados puedan acercarse a ver la magnificencia de estos animales, con la cadencia de sus movimientos en las aguas oceánicas.
Los integrantes de las organizaciones de avistajes de ballenas recorren muchas veces más de 200 kilómetros entre Maldonado y Rocha para contemplar la presencia de los cetáceos.
Muchos adeptos al avistaje de ballenas son turistas, pero también muchos son residentes locales que habitan entre Solís y la Barra del Chuy.
Algunos de los puntos costeros donde mejor se las puede apreciar son el puerto y la playa de Piriápolis, Punta Fría, San Francisco, Punta Negra, Punta Colorada, Punta Ballena, Pinares, Playa Mansa (paradas 1 a 24), Punta de la Salina, Península de Punta del Este, Playa Brava (paradas 2 a 35), Faro de José Ignacio, Faro de la Paloma, Faro de Cabo Polonio, La Coronilla y Barra del Chuy.
Para facilitar el avistaje, los expertos recomiendan hacerlo en las primeras y últimas horas del día cuando la superficie del mar está calma.
Algunas de las señales de presencia de ballenas son aves revoloteando –las gaviotas las atacan para alimentarse de su grasa-, su resoplido de hasta 4 metros de altura y mucho movimiento y espuma en la superficie del océano.
La longitud promedio es de 14 metros en el caso de los machos y 16 en el caso de las hembras, con un peso promedio de 14 toneladas.
La temporada y las ballenas se fueron, pero ya están listas para volver el año próximo y confirmarse como uno de los grandes atractivos de nuestras costas.
saludos amigo vivimos en un departamento con muchos privilegios uno de ellos es el mar .y el otro toda la naturaleza que nos rodea a ambos