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PARTE II

La secularización de las mentalidades, las costumbres, las instituciones y la educación, uno de los síntomas más precisos de la modernización, también ocurrió temprano en el Uruguay. En otros planos, que a primera vista pueden parecer menores pero que revelan tantas actitudes sociales y anticlericales significativas, tenemos que en 1843 se admitió en Montevideo, sin registrarse  incidentes de ninguna clase, el culto protestante; y que en 1872  su juventud universitaria firmó la llamada “Profesión de Fe Racionalista). En 1845 fue inaugurado bajo el patrocinio de las autoridades navales británicas, que apoyaron al “Gobierno de la Defensa” durante el “Sitio Grande”, el Templo Inglés, el primero de esta corriente religiosa construido en América del Sur y que fue financiado por el comerciante Samuel Lafone, miembro de la Sociedad Bíblica de Edimburgo.

 A esto se agrega que la Masonería tuvo su estatuto legal en 1882. La descatolización   venía en avance, y los inmigrantes y en especial los italianos garibaldinos que tanto pesaron en el Partido Colorado, el anticlerical por excelencia, fueron un factor determinante para este proceso. El tema religioso para los liberales también abarcó el feminismo. En 1882 las mujeres protestaron contra la reducción del horario escolar asignado a la enseñanza católica en las escuelas del Estado. Los liberales ligaron a las mujeres con los ideales del clero.

 Relevemos los hechos más importantes que se dieron en este proceso de secularización de la sociedad: 1861 prohibición de llevar los cadáveres a las iglesias, decretándose la municipalización de los cementerios,  1877 decreto-ley de Educación y Cultura que redujo la enseñanza religiosa en las escuelas del Estado, 1885 creación del Registro  de Estado Civil, para anotar ,  nacimientos, legitimaciones, matrimonio y defunciones, imponiéndose el matrimonio civil como obligatorio, en el mismo año y por la llamada ley de Conventos, se buscó eliminar los dedicados a la vida “contemplativa o disciplinaria”, así como el valor civil de los votos del clero. Este proceso se completa de la siguiente manera: 1907 ley de divorcio absoluto por causal, 1909 prohibición de enseñanza religiosa total en las escuelas del Estado, 1913 ley de divorcio por sola voluntad de la mujer y en 1919 se produjo la separación de la Iglesia y el Estado, dejando este de tener religión oficial por la Constitución que entró en vigencia el 1 marzo de ese año. El anticlericalismo ganó en la mayoría de la sociedad y por ello ocurrieron las giras de los jóvenes liberales y universitarios desde 1879. Desde 1890 y 1900, el estamento obrero de inspiración anarquista y socialista fue otro motor fundamental para fueron elementos fundamentales para sacar al Estado de la presión eclesiástica.

Pero la Iglesia Católica jugó sus cartas en contra de este proceso en 1885 y ante la promulgación de la ley de matrimonio civil obligatorio previo a la ceremonia religiosa, advirtió a sus fieles que en el caso que los novios estipularan ante el juez la obligación de los novios de casarse de inmediato ante el presbítero, y en caso de no cumplirse dejaría sin efecto el matrimonio civil porque violaba los términos del contrato.  Con estos hechos relatados se vio confrontada con el espíritu liberal moderno.

Continuará.

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