Ya son 36 las personas que murieron en los incendios forestales de isla de Maui en Hawái, según informaron las autoridades del condado la noche del miércoles.
Los incendios comenzaron el martes en Maui y obligaron a varias personas a ponerse a salvo huyendo hacia el Océano Pacífico, donde posteriormente fueron rescatadas por la Guardia Costera de los Estados Unidos. Los incendios devastaron la ciudad de Lahaina, que en su momento fue la capital real de Hawái.
«Con vidas perdidas y propiedades arrasadas, estamos compartiendo nuestro dolor en este momento inconsolable», dijo Richard Bissen, alcalde de Maui, en un video publicado en Facebook ayer por la noche. Bissen subrayó que los últimos días habían puesto a prueba a los residentes como nunca antes.
Los incendios forestales, que destruyeron buena parte del legado cultural e histórico del Estado, se inscriben en la tendencia producida por el cambio climático que afecta no sólo al oeste estadounidenses, sino también a otras países del mundo, como Canadá, España y Grecia.
A pesar de que se espera que los vientos huracanados pierdan su intensidad hoy, lo que ha permitido cancelar las advertencias sobre la expansión del fuego, el Departamento de Salud del Estado insular comunicó ayer que continuaban el humo y cenizas densas.
A pesar del trabajo continuo de los bomberos, aun se registran por lo menos tres incendios activos y sin control total debido a los rebrotes, informó el Condado de Maui. «Esta es verdaderamente una situación en la que todos deben colaborar», afirmó la senadora Mazie Hirono de Hawái durante una conferencia de prensa el miércoles por la noche.