En uno de los eventos más sangrientos de la historia de Irán, se produjo este miércoles un ataque masivo en el cementerio de los Mártires de Kerman, en el sur del país, donde murieron más de 100 personas. Las dos explosiones que estallaron cerca de la tumba del General Quassem Soleimani, donde se llevaba a cabo un acto de recordación de su muerte, también hirieron a más de 210 personas.
El primer estallido ocurrió aproximadamente a 700 metros del mausoleo de Soleimani, y la segunda explosión tuvo lugar a unos 600 metros de distancia. El General Qassem Soleimani fue una figura clave en el ejército de la República Islámica y murió durante un un ataque de dron estadounidense en Bagdad en 2020.
Hasta el momento, ningún grupo ni estado se adjudicó la responsabilidad del incidente, pero oficiales de la Casa Blanca aseguraron que ni Estados Unidos ni Israel son responsables de las explosiones. El Ayatolá Ali Khamenei se abstuvo de señalar a ningún grupo en su declaración, pero los expertos señalan que las explosiones no parecen ser obra de un ejército oficial, ya que la mayoría de los ataques militares están diseñados para impactar en objetivos específicos sin poner en riesgo la vida de civiles.